Busto de Calígula. Siglo I d.C. Copenhage. New Carlsberg Glyptotek.
Fotografía de Bill Storage, Laura Maish, John Pollini y Nick Stravrinides
Calígula ha aparecido frecuentemente
en la literatura, el cine o la televisión ya sea como protagonista o como
secundario. Su aparente locura y sadismo han despertado la curiosidad de generación
tras generación. Aunque es muy triste, un personaje así, ha sido siempre mucho
más mediático que Augusto.
Las fuentes antiguas, como he subrayado
en múltiples ocasiones, son poco fiables pues de aquellas contemporáneas al
emperador sólo se han conservado algunos detalles de Filón de Alejandría y de
Séneca, éste último muy crítico al ser enemigo declarado de Calígula. Quienes
proporcionan más datos sobre su Principado, en época posterior, son Suetonio y
Dión Casio, a los que hay que analizar con reservas, pues ambos son miembros de
clases privilegiadas que perdieron muchos derechos durante los años que
Calígula estuvo al mando. También hablan del tercer emperador romano Plinio el
joven y Flavio Josefo pero ninguno aporta una visión favorable.
"Confessio amantis". 1300
Fuente: By Bernard Quaritch. - https://archive.org/details/palographynote00quarrich, Public Domain,
En siglos posteriores, ya en 1300, John
Gower escribió “Confessio amantis” que
presenta a Calígula como arquetipo de despotismo, crueldad y lujuria, recalcando su carácter incestuoso.
En 1712, François de Salignag de la Mothe Fenelon, obispo y
dramaturgo contrario a Luis XIV, refleja
en sus “Dialogues des morts”
un debate en el otro mundo entre
Calígula y su sobrino Nerón sobre cuál de ellos cometió más atrocidades. En
1930 Hans Sachs publicó una biografía psicológica, “Bubi Caligula” y en 1934, Robert Graves publica su obra “Yo, Claudio”, en la que el hijo de
Germánico es un secundario de lujo. Esta obra recoge todas las excentricidades
recalcadas por Suetonio, Dión Casio y Tácito.
En muchas otras publicaciones que ambientan
los primeros años del cristianismo se resalta el contrapunto entre almas puras
como San Pedro o San Pablo y almas corruptas como Calígula o Nerón. Ejemplo de
esto son “El reino de los réprobos”
(1985), que también conoció una serie televisiva, “Los últimos días
de Pilatos” (1938), o “Le procurateur de Judée” (1892), de
Anatole France.
De mediados del siglo XX son “El caballo” de Gyula Hay, de 1964, que se
centra en el nombramiento del caballo Incitato
como cónsul satirizando sobre el servilismo con el que fue aceptado un hecho de
esta índole, y “Aquellos nosotros” de
Reinder Blijstra (1965) que refleja un diálogo entre Calígula y su hermana
Drusila.
Respecto al teatro destacan el “Calígula”
de Alejandro Dumas sénior de 1837 y el de Albert Camus de 1944. La segunda, une
a sus valores teatrales intrínsecos el llevar a sus últimas consecuencias las
premisas del nihilismo, anticipando el enloquecido final de los regímenes de
Hitler y Mussolini. Aún hoy se representa con asiduidad en muchos festivales de
teatro clásico. También en la obra de Nat Cassidy, “The Reckoning of Kit and
Little Boots”, el autor hace una comparativa entre la vida del isabelino
Christopher Marlowe y la de Calígula: ambos murieron asesinados y ambos tenían
una peculiar visión de la religión. La obra también se centra en la relación
del emperador con Drusila. Pepe Cibrián Campoy en 1983 llevo a escena el musical
“Calígula” en 1983.
En cuanto a la literatura
contemporánea existen múltiples biografías en todos los idiomas y novelas
históricas. Entre las primeras destaca la de Daniel Nony, la de José
Antonio Rodríguez Valcárcel de 2010 o “El
autócrata inmaduro” de José Manuel Roldan de 2012. Como novelas históricas hay
que resaltar “Calígula, el dios cruel” obra de Siegfried Obermeier de 1998 o la
de Paul Jean Franceschini y Pierre Lunel de 2002. Muy interesante también es el
estudio de Regis Martín, “Los doce Césares” de 1998.
En
el cine Calígula ha aparecido en muchas películas aunque normalmente representando a un personaje secundario, como en “La túnica sagrada” de 1953 interpretado por
Jay Robinson y, en su continuación, “Demetrio y los gladiadores” de 1954. Un
par películas tienen a Calígula como personaje principal: la de 1979
protagonizada por Malcolm McDowellen de gran contenido erótico y pornográfico,
hasta tal punto que su emisión fue prohibida en muchos países y, otra de 1996,
en la que Szabolcs Hajdu da vida al lunático emperador.
Malcolm McDowellen como Calígula. 1979
En televisión, John Hurt interpretó a
Calígula en la más famosa serie sobre la familia imperial, “Yo, Claudio” de
1976. En la miniserie “Anno Domini” de 1986, Calígula también tiene un papel
relevante. En esta ocasión John MvEnery se mete en su piel. Encarnado por John
Simm, también aparece Calígula en la miniserie “Imperium: Nerone” de 2004.
John Hurt. Calígula en la serie Yo, Claudio. 1976
Para finalizar personajes de cine o televisión
están profundamente inspirados en la figura de Calígula como es el caso de
Cómodo (Joaquin Phoenix) en la película “Gladiator” (2000), el emperador
Cartagia en la serie “Babylon 5” interpretado por Wortham Krimmer o el rey
Joffrey Baratheon de la celebérrima “Juego de Tronos”, a quien da vida Jack
Gleeson. En este último caso es asombroso el parecido, no sólo psicológico sino
también físico, del personaje con el emperador romano.
Busto de Calígula. Siglo I d.C. Copenhage. Carsberg Glytokep Museum
Joffrey Baratheon (Jack Gleeson) en una escena de Juego de Tronos
En la serie inglesa The Caesars (donde destaca el retrato de Tiberio) fue interpretado por Ralph Bates. Un gran artículo como de costumbre:)
ResponderEliminarMuchas gracias por la aportación. Ese se me había escapado y, eso que conozco la serie, aunque no la he visto. Un saludo
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