viernes, 12 de diciembre de 2014

Casa de la Farnesina


Cubiculo D de la Casa de la Farnesina. Roma 2018

      El Museo Nazionale Romano, edificado sobre las ruinas de las Termas de Diocleciano, me sorprendió muchísimo la primera vez que lo visité en 2011. A pesar de  no ser el más conocido ni el más concurrido de los museos de Roma, exhibe una de las colecciones de arte romano antiguo más refinadas del mundo, no muy extensa pero de una calidad inestimable. Entre las piezas que se muestran destacan el imponente Augusto Pontifex Maximus cuya sublime belleza me conmocionó profundamente y los frescos murales extraídos de las paredes del triclinio estivo de la villa que la emperatriz Livia poseía en Prima Porta, uno de los ejemplos magistrales de la pintura romana capaz de superar hasta los espléndidos ejemplos pompeyanos. Junto a estos se exponen una gran variedad de pinturas y mosaicos que testimonian la perfección y grandeza alcanzada por un arte romano, muchas veces menospreciado.
Sobresalen por su calidad las pinturas murales de una casa encontrada en la orilla derecha del Tíber en 1879 junto a la renacentista Villa Farnesina (cuyas decoración pictórica es obra de Rafael Sanzio) durante unos trabajos de limpieza del cauce del río para evitar sus continuas inundaciones. En aquel momento en que Pompeya comenzaba a ser excavada y sólo se conocían en la capital los frescos del Auditorium de Mecenas y los mencionados arriba de la Villa de Livia, el descubrimiento conmocionó a la sociedad científica romana por considerarse “las más exquisitas pinturas murales que jamás antes se habían contemplado en Roma”.
La preciosa villa, conocida como Casa Farnesina para no confundirla con la renacentista, resultó ser propiedad de Marco Vipsanio Agripa, mano derecha y yerno de Augusto, que la construyó al contraer matrimonio con Julia, la hija del Príncipe en 21 a.C.
El gobierno italiano apremiado por concluir las tareas de limpieza del río decidió conservar sólo los frescos, los mosaicos y los estucos que fueron trasladados en casi su totalidad al Museo Nazionale Romano donde en la actualidad se recrean cada una de las estancias del ala invernal al que pertenecían los elementos decorativos rescatados.
La fisonomía de la villa sólo se conoce a través de acuarelas de la época del descubrimiento. Era una residencia con vistas al Campo de Marte cuya arquitectura se componía de dos cuerpos similares que se disponían a ambos lados de una gran exedra orientada hacia el Tíber
Se han conservado los elementos decorativos de tres dormitorios, un Oecus, el ingreso, un pasillo semienterrado cubierto con bóveda que comunicaba con las habitaciones de los esclavos, el jardín y el pasillo interno de la exedra central.
El triclinio invernal muestra sobre un fondo negro dividido por finísimas columnas, hojas de parra al estilo de la Casa de Augusto y Livia en el Palatino. Por encima, un friso en estilo egipcio en el que se distinguen escenas eróticas recorre las paredes  pintadas en ese color para mantener el calor en invierno. En la parte baja, se dibuja un zócalo decorado con motivos curvilíneos.

Triclinio invernal. Roma 2011

Detalle escenas eróticas. Roma 2013

Mosaico del Triclinio invernal. Roma 2011

En el Cubículo conocido como B, una arquitectura distribuida en dos pisos está dividida por columnas y cariátides. Sobre fondo rojo, una serie de cuadros con escenas de la vida cotidiana se distribuyen por las paredes. La escena central del lado más corto representa un episodio de la infancia de Dionisos flaqueado por dos cuadros laterales sobre fondo blanco sostenidos por dos genios femeninos alados. En las paredes laterales se abren nichos en dos cuerpos.  Se crea profundidad a través del juego sugestivo de entrantes y salientes. 


Cubiculo B. Casa de la Farnesina. Roma 2011

Cubiculo B. Casa de la Farnesina. Roma 2018

             Detalle Cubículo B. Roma 2011

Los pasillos estaban decorados en tonos claros con paisajes idílicos y elementos alusivos mistéricos, como máscaras, al igual que el Cubículo D, ornamentados con temas eróticos y dionisiacos.


Pasillo F. Roma 2018

Pasillo F. Roma 2018

Provienen también de la Villa, dos fragmentos de pintura de jardín correspondiente a dos fuentes de mármol ubicadas sobre un lecho verde y rodeadas de juncos.


Pintura de jardín. Roma 2018

Pintura de jardín. Roma 2018

En cuanto a los estucos, decoraban las bóvedas de los Cubículos B, D y E. Intercala recuadros más grande con otros más pequeños. Los primeros están decorados con paisajes idílicos y escenas dionisiacas. Los segundos presentan motivos de grutescos (victorias, amorcillos, grifos, candelabros, etc). De finísima talla en bajísimo relieve impresionan los detalles.


Cubículo D. Roma 2018

Cubículo D. Roma 2018

Escena erótica del Cubículo D. Roma 2011

Estuco del Cubículo D. Roma 2018

Estuco del Cubículo D. Roma 2018

Victoria alada estucada


              
Casa de la Farnesina por Luigi Manfredi

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