Moneda con Augusto y Agripa en el anverso y el cocodrilo y la palmera (símbolos de Nimes) en el anverso
En 1996, de camino a
Italia, en el que sería un viaje mítico al ser el primero a mi adorado país
transalpino, paré en Nimes apenas unas horas, que aproveché para contemplar uno de los templos romanos mejor conservados del mundo: la Maison Carrée,
que si bien por aquellos años hoy ya tan lejanos mostraba su preciosos mármoles
oscurecidos por la contaminación y por los estragos del tiempo, me impresionó
enormemente. También pude admirar el gran anfiteatro, un coliseo a pequeña
escala en perfecto estado de conservación, aunque no me dio tiempo de visitar
su interior.
Maison Carrée. Nimes 1996
Colonia de origen galo, Nimes
se convirtió en provincia romana en 50 a .C. conservando su nombre galo: Nemausus.
Un siglo antes, en el 118 a .C.,
Cneo Domicio Ahenobarbo diseñó la Via Domitia, la más antigua de Francia, que
unía el sur del país galo con los Alpes italianos. Esta calzada supuso un
revulsivo para la economía pues facilitó el comercio entre Roma y las colonias
galas, lo que fue determinante en el despuntar de Nimes, pues la via pasaba
delante de sus murallas.
En su estancia en la Galia
en el año 27 a .C.,
Augusto organizó la colonia, situada en las proximidades de la capital de la
Galia Narbonensis, Narbona. Ya había presencia romana estable pues allí estaban
acantonados muchos de los veteranos de César, que inició la costumbre seguida
por su hijo adoptivo de premiar a los soldados eméritos con
ricas tierras fuera de la península itálica donde éstas
escaseaban. En años sucesivos, Agripa se encargaría de darle un urbanismo
romano, dotándola de todos los edificios emblemas de las ciudades romanas y que
en la actualidad podemos admirar gracias una vez más a su inmensa generosidad.
La ciudad romana fue
diseñada siguiendo el típico trazado
hipodámico, cruzada por un cardo máximo y un decumano máximo. En su
centro se colocaría el foro en torno al cual se situarían los edificios
públicos más representativos.
- Murallas romanas
Restos de las murallas romanas de Nimes
Augusto mandó construir
entre los años 16 y 15 a .C.
una muralla de sillares de piedra en la que despuntaban 14 impresionantes
torres. Tenía una longitud de 7
km y una altura de 9 metros . De ésta grandiosa construcción sólo quedan en pie algunos tramos y dos de las puertas de entrada a la ciudad. Una de ellas
era la Puerta
de Augusto, compuesta de dos grandes vanos que permitían el acceso de los
carros flanqueados por dos más pequeños destinados al paso de los peatones; aún conserva la inscripción “El emperador Augusto, hijo del dios, siendo cónsul por undécima vez,
ostentando la potestad tribunicia por octava vez, ofrece estos muros y sus
puertas a la ciudad”. Bajo ella pasaba la Via Domitia. La otra era la Puerta de Francia que
constaba de un solo vano en forma de arco de medio punto coronado con una
galería ciega.
Grabado de la Puerta de Augusto. 1804-1868
Puerta de Augusto
Puerta de Francia
- Maison Carrée
Reconstrucción del Foro de Nimes presidido por la Maison Carrée
Edificado entre los años 16
y 12 a .C,
fue dedicado por Agripa a Cayo y Lucio, sus hijos y herederos imperiales, al
propio emperador Augusto y a Livia. De exquisita elegancia y pureza de líneas,
sigue el esquema tradicional del templo romano. Se eleva sobre un alto podio
que frontalmente muestra una escalinata que mirando al foro daba entrada al
templo. Éste mide 14
metros de ancho por 28 de largo. Construido tomando como
ejemplo los grandiosos templos de Apolo Palatino y de Marte Vengador erigidos
por el Príncipe en la capital del Imperio nos permite hacernos a la idea de cómo
debieron ser aquellos magníficos edificios religiosos de los que apenas quedan
restos.
Hexástilo y pseudoperíptero
(parte de las columnas que lo rodean están adosadas al muro de la cella); sus
esbeltas columnas acanaladas están coronadas por refinados capiteles de orden
corintio, lo que unido a la decoración vegetal del friso clara y de gran finura
le imprimen un carácter puramente vitruviano.
Maison Carrée
Maison Carrée. Fachada posterior
Maison Carrée. Planta y corte transversal
Detalle del Pórtico
Fuente: http://commons.wikimedia.org/wiki/File:Chapiteaux_corinthiens_N%C3%AEmes_Maison_carr%C3%A9e.JPG
Capitels y decoración vegetal
- Pont du Gard
Diseñado por Agripa en 19 a .C., es una de las obras
más espectaculares de la ingeniería romana. Realmente es un acueducto de 300 metros de largo compuesto
de 52 arcos de diferente tamaño distribuidos en tres
plantas que se alza a 50
metros sobre el curso del río Gardon. Construido con grandes
bloques de piedra sin argamasa, armoniza la ciencia del ingeniero y el arte del
arquitecto, dando lugar a un monumento de gran practicidad, pues abastecía de
agua a la ciudad de Nimes a la vez que desprendía una genuina belleza. Su
inclinación es mínima (0,25 y 0,5 %) por lo que sigue asombrando a los
ingenieros del siglo XXI.
- Torre Magna
Levantada en 15 a .C, era la torre más alta de la muralla (32 metros ) desde la que
podía verse cualquier punto de Nimes. Era una especie de faro y punto de
referencia de la ciudad. Hoy en día se ubica en el interior de los jardines de la Fontaine. Aunque
originariamente tenía tres niveles, sólo se han conservado dos.
- Ninfeo de Nemausus
Jardín de la Fontaine
Ubicado en el jardín de la Fontaine , está consagrado a la gloria de
Augusto. Esta fuente sagrada, restaurada entre 1739 y 1753, tenía tres
estanques: el de la fuente propiamente dicha (del que se conserva dos exedras
romanas), el del centro (donde había un gran altar en forma de isla rectangular
con columnas en cada ángulo, coronado
probablemente por una escultura de Augusto) y finalmente el estanque, desde
donde las aguas eran canalizadas hacia el centro de la ciudad. Al norte, estaba
flanqueada por una colina a cuyos pies brotaba la fuente. En la actualidad el
resto de los lados están circundados por pórticos de época de Adriano.
No
analizaré el magnífico anfiteatro al no ser de época augustea, sino que al
igual que el Coliseo está datado a fines del siglo I d.C., en tiempos de la
dinastía Flavia.