En lo que respecta a sus matrimonios,
no es fácil discernir si su conducta fue más vergonzosa al contraerlos, al romperlos, o mientras le duraron”
Suetonio.
Vida de Calígula (25, 1).
A pesar de su corta vida
(murió cuando tenía sólo 28 años), Calígula tuvo una intensa vida sexual. Como
es lógico, en esta faceta no iba a ser menos extravagante que en el resto de otros ámbitos de su vida.
Drusila (Beth Morris) y Calígula (John Hurt) en un fotograma de la serie Yo, Claudio, 1976
Como ya apunté en otra
ocasión, las fuentes coinciden en que sólo por su hermana Drusila, experimentó
Calígula un sentimiento asimilable al amor, independientemente de la índole del
mismo. Por lo demás, tuvo relaciones con personas de ambos sexos, de cualquier
índole social, incluso le tuvo un cariño especial a una prostituta llamada
Piralis.
“No respetó ni a su propio pudor ni al ajeno. Cuentan que amó a Marco
Lépido (marido de su hermana Drusila),
al actor Mnéster y a algunos rehenes, y que mantuvo con ellos relaciones
ilícitas. Valerio Catulo, joven perteneciente a una familia de cónsules, llegó
a proclamar a gritos que había violado a Calígula y que tenía los costados
fatigados de su comercio con él. Además de los incestos que cometía con sus
hermanas (algo no corroborado por las fuentes coetáneas al emperador) y de su
famosísimo amor por la cortesana Piralis, apenas hubo mujer de condición
ilustre que escapara a sus manos. Solía invitarlas a comer con sus maridos, y,
mientras pasaban por delante de él, las examinaba con toda su atención y
detenimiento, a la manera de los compradores, levantándoles incluso el rostro
con la mano cuando lo bajaban por pudor; luego abandonaba el triclinio cada vez
que le apetecía, llevándose consigo a la que más le gustaba, y poco después
volvía, con las marcas de la lascivia todavía frescas, y alababa o criticaba
abiertamente a su compañera, enumerando todas las cualidades o defectos que
había encontrado en su cuerpo y en su manera de hacer el amor. Envió a algunas
al divorcio en nombre de sus maridos ausentes y ordenó que así constara en las
actas oficiales” (Suetonio. Vida de
Calígula, 36).
La copa Warren muestra escenas homoeróticas. Siglo I d.C. Lóndres. Museo Británico
Fuente: http://sevilla.abc.es/cultura/libros/20150313/sevi-palabrotagia-ortega-sevilla-201503112109.html
Estuvo casado cuatro
veces. En primeras nupcias contrajo matrimonio por orden de Tiberio con Junia
Claudia, hija del senador Marco Junio Silano, que tanto apoyó a Calígula los
primeros meses de su gobierno. Murió de parto antes de que Calígula vistiera la
púrpura imperial.
Su segundo matrimonio
(con Livia Orestila) fue mucho más escandaloso. Tanto Suetonio como Dión Casio
narran que habiendo asistido como invitado a la boda de Cayo Calpurnio Pisón
tras la ceremonia le arrebató la novia al joven esposo y que cansado de ella la
repudió a los pocos días. “El día de la
boda de Livia Orestila con Cayo Pisón, ceremonia que él había querido honrar
con su presencia, ordenó que la novia fuera conducida a su casa; luego, al cabo
de pocos días, la repudió, y dos años después la relegó, porque parecía haber
reanudado en el intervalo las relaciones con su anterior marido. Según otros,
cuando fue invitado al banquete nupcial, mandó decir a Pisón, que se sentaba
enfrente de él: “no estreches tanto a mi esposa”, y al punto la sacó de la
reunión llevándosela consigo; al día siguiente declaró en un edicto que se
había procurado un matrimonio a la manera de Rómulo y Augusto (es decir
quitando la esposa a su marido)”. (Suetonio.
Vida de Calígula, 25, 1).
Su tercera esposa fue
Lolia Paulina. En esta ocasión hizo venir a la joven patricia desde la
provincia gobernada por su entonces marido Memmio Regulo (del que la obligó a
divorciarse) porque había escuchado que su abuela había sido una de las mujeres
más bellas de su tiempo. Igualmente la repudió al poco tiempo alegando
infertilidad, prohibiéndole volver a besar ni a tener trato carnal con
nadie.
Su cuarto y último
matrimonio no fue menos indecoroso. En esta ocasión convirtió en emperatriz a
Milonia Cesonia, una mujer no muy joven ni bella ni de ilustre linaje, madre de
tres hijas de un matrimonio anterior. Al parecer compartía los gustos perversos
del emperador, de ahí que éste le profesara “un
amor ardiente y duradero”, según Suetonio, “llegando a mostrarla a menudo a sus soldados ataviada con una clámide,
un escudo y un casco, y cabalgando a su lado, e incluso completamente desnuda a
sus amigos” (Vida de Calígula,
25,3). Con ella tuvo Calígula en el año 39 su única hija a la que llamó Julia
Drusila en honor de su añorada hermana. El emperador sentía gran devoción por
la pequeña y solía exclamar con orgullo que no dudaba de su paternidad debido a
la fiereza de la pequeña, que aún a tan corta edad trataba de herir a otros niños cuando
jugaban con ella.
Cesonia (Helen Mirrer) y Calígula (Malcolm Mcdowel) en un fotograma de Calígula. 1984
Fuente: http://imperioromanodexaviervalderas.blogspot.com.es/2016/10/el-amor-de-caligula-por-cesonia.html