domingo, 12 de mayo de 2019

Rebelión en Britania

Aunque la captura de Carataco supuso un antes y un después en la pacificación de Britania, la zona continuó siendo fuente de conflicto;  la población autóctona (hastiada del abuso de los gobernadores romanos y de ver como las fuentes de riqueza de su país apenas recaía en ellos) comenzó a aliarse con pueblos fronterizos hostiles a Roma. Suetonio Paulino fue enviado al país britano para dar estabilidad a la conquista.

Britania romana

Mientras que Paulino estaba intentando apaciguar una revuelta en la Isla de Mona (actual Anglesey), al norte de Gales varias tribus se unieron contra los romanos tomando como líder a una mujer, Boudica, viuda del rey de los icenos, Prasutago. Éste, antes de morir había nombrado herederas a sus hijas junto con Nerón. Sin embargo a su muerte, las autoridades romanas se apropiaron de todas sus riquezas y posesiones, violaron a sus hijas y azotaron a Boudica. Ésta encabezó la rebelión. Su primer objetivo fue Camulodunum (convertida en colonia romana) que fue arrasada por los rebeldes. Muchos funcionarios romanos huyeron a la Galia. Había un peligro latente de que Roma pudiera perder Britania. Suetonio Paulino acudió con rapidez a Londinium, el próximo objetivo de Boudica, pero no pudo defenderla y se retiró. Los rebeldes la incendiaron y masacraron a su población.
En la batalla de Watling Street se enfrentaron ambos contingentes. A pesar de estar en inferioridad numérica, las más disciplinadas y mejor armadas legiones romanas batieron con relativa facilidad a las huestes britanas. Boudica y sus hijas se envenenaron para evitar ser apresadas con vida.


La reina Boudica hablando a los icenos. John Opie. Finales siglo XVIII. Loncres. National Gallery

Las fuerzas romanas atacaron también los símbolos religiosos que unían a la población nativa como los centros druidas de isla Mona que fueron devastados. Tal fue el grado de violencia que los romanos aplicaron para disciplinar Britania que en los siglos venideros la provincia se mantuvo en paz. Incluso Nerón redujo las legiones en Britania de cuatro a tres.
El emperador mostró su disgusto contra de la dureza de los métodos usados por los soldados romanos por lo que ordenó la sustitución de Suetonio (en parte temeroso de que se volviera contra él).  Para recuperar la administración en Britania nombró a un galo, Julio Clasiciano, que mostraba el ejemplo de lo que podía ofrecer Roma a los pueblos sometidos, no sólo opresión sino la ciudadanía romana e integración.
Nerón, poco interesado en asuntos militares, no hizo de acto de presencia en la isla durante la sublevación.

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