martes, 15 de noviembre de 2016

Tiberio emperador


Tiberio. Siglo I d.C. Museos Vaticano. Roma 2005

El 17 de septiembre del año 14 d.C., Tiberio convocó por primera vez al Senado para leer el testamento de Augusto y para discutir los honores que debían concedérsele al difunto emperador. Desde ese momento, los senadores comenzaron a rogar al hijo de Livia para que asumiera el papel que su padre adoptivo había representado durante más de 40 años como guía del Estado. Según algunas fuentes, Tiberio en principio lo rechazó y se hizo bastante de rogar, lo que algunos atribuyen a su deseo de que le suplicasen para dejar claro que accedía al cargo legalmente mientras que otros indican que esta actitud fue motivada por su modestia natural. Según Suetonio cuando aceptó el Imperio lo hizo con las siguientes palabras: “Hasta que alcance la edad en que pueda pareceros justos conceder algún descanso a mi vejez” (Vida de Tiberio, 34, 2).
Refuerza también la segunda teoría el hecho de que en estos primeros momentos se comportara de forma muy sencilla, más como un simple particular que como el soberano del mundo. De los muchos honores que le concedieron sólo aceptó algunos tal como nos cuenta Suetonio: “Prohibió que se le decretaran templos, flamines y sacerdotes e incluso que se le erigieran estatuas y bustos sin su permiso, que, por otra parte sólo concedió a condición de que no se colocaran entre las imágenes de los dioses, sino entre los adornos de los templos. Se opuso también a que se le prestara el juramento de ratificar sus actos y a que el mes de septiembre recibiera el nombre de Tiberio y el de octubre el de Livio. Rechazó asimismo el praenomen de Imperator, el sobrenombre de Padre de la Patria y una corona cívica en su vestíbulo; ni siquiera añadió en ninguna de sus cartas, salvo en las remitidas a los reyes y dinastas, el nombre de Augusto, aunque lo había recibido por herencia” (Vida de Tiberio, 26, 2).

Agripa Póstumo. Siglo I d.C. París. Museo del Louvre

Sin embargo, dos hechos enturbiaron los inicios del nuevo principado. En primer lugar, el asesinato de Agripa Póstumo (que se encontraba en el exilio en Planasia), seguramente por orden del propio Tiberio, con la intención de evitar que aquellos que deseaban ver  a un nieto del propio Augusto al frente del Estado, no pudieran resucitar en torno al que fuera su hijastro la causa juliana. No obstante Tiberio siempre negó haber dado la orden. Más preocupante para él fue el motín de las legiones acantonadas en Germania que deseaban proclamar a su hijo adoptivo Germánico como nuevo emperador. Éste les contestó que prefería la muerte antes que la deslealtad. Además, los soldados le exigían el licenciamiento de los veteranos y un salario mayor para los jóvenes. Finalmente, en nombre de Tiberio, Germánico aceptó que se licenciaran los soldados con más de 20 años de servicio y dobló el sueldo a quienes lo reclamaban.
Solucionados ambos problemas, según Suetonio, Tiberio comenzó su gobierno dando una apariencia de libertad al Senado: pasaba cualquier asunto por nimio que fuera a votación de los senadores, admitía de buen grado que se tomaran algunas decisiones en contra de su opinión e intentaba tratar a todo el mundo con respeto y cortesía, a veces tan excesiva que rozaba la suspicacia. Igualmente en esta época era paciente con las críticas ofensivas a su persona comentando en más de una ocasión que en una ciudad libre el pensamiento también debería serlo. El historiador latino concluye diciendo que poco a poco fue comportándose como emperador subrayando que en sus primeros años se mostró habitualmente benévolo y dispuesto a servir al interés público. Del mismo modo,  en esta época no salió de Roma, y sólo se movió por los entornos de la capital del Imperio.
Sin embargo, obsesionado por su seguridad personal aumentó el cuerpo de guardia pretoriana de 2 a 9 cohortes, al mismo tiempo que mandó construir un campamento para ellos al noreste de Roma, la Castra Praetoria.

 Porta Praetoria. Restos de la Castra Praetoria. Siglo I d.C. Roma
Fuente: De No machine-readable author provided. Joris assumed (based on copyright claims). - No machine-readable source provided. Own work assumed (based on copyright claims)., Dominio público, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=768457

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