Uno de los grandes
logros de Augusto fue el haber creado un ejército profesional y permanente,
como culminación de una iniciativa comenzada ya en los tiempos de la República
y perseguida por Julio César. En relación a esto cabe reseñar que en los
orígenes las legiones se formaban para una determinada guerra y se disolvían
una vez acabada ésta. No obstante, los
hombres se reenganchaban en cada ocasión hasta llegar algunos a muy avanzada
edad.
Legionario
en tiempos de Augusto
Fuente: Di Antoine Glédel - Opera
propria, CC BY-SA 3.0,
Después de la batalla de
Accio (acaecida en 31 a.C), Augusto conservó 28 de las 50 legiones que tenía
bajo su mando (reuniendo las suyas propias y las de Marco Antonio). Estas 28 se
convirtieron en cuerpos estables, que se reforzaban cada vez que disminuía el
número de individuos.
Las legiones se numeraban
del I al XXII, pero cuatro números estaban duplicados (la IV, la V, la VI y la
X); además la número III aparecía triplicada, lo que indica que Augusto tenía
en Accio dos legiones con ese número (una tomada de Lépido seguramente en 36
a.C. y la tercera la que heredó de
Antonio tras la derrota de éste). No obstante, todas tenían además nombres que
las identificaban, por ejemplo la IV Macedónica, la III Augusta o la X Gémina.
Desde el principio se
estableció un período de servicio. Primero fue de 16 años y a partir de 6 d.C.,
de 20 años. Esta ampliación fue una medida para intentar solucionar el grave
problema de las pagas de licenciamiento. Desde que Cayo Mario a finales del
siglo I a. C. comenzara a reclutar legionarios entre los campesinos sin posesiones,
éstos comenzaron a demandar tierras en compensación cuando se licenciasen. El
Senado siempre se opuso a ello, siendo los generales los encargados de intentar
satisfacer dichas demandas lo que abría graves crisis cada finalización de un
conflicto bélico.
Aguila
legionaria en un relieve funerario. Siglo I d.C. Brescia. Museo di Santa Giulia
Fuente:
De Giovanni
Dall'Orto. - Trabajo propio, Attribution,
Por su parte, la paga de
licenciamiento de cada legionario fue fijada en 3.000 denarios en 5 d.C., lo
que equivalía a más de 13 años de paga de un soldado (anualmente percibía unos
225 denarios destinado a cubrir todos los gastos del soldado, desde manutención
a equipamiento). Durante los primeros 30 años de su Principado, Augusto pagó de
su propio dinero el enorme gasto de establecer a los veteranos, lo que
políticamente le resultaba muy ventajoso pues los soldados sabían que su
bienestar dependía del emperador y de ahí que su lealtad fuera incondicional.
Sin embargo, la carga financiera a soportar era demasiado grande incluso para
el dueño del mundo por lo que acabó transfiriéndola al Estado, creando una
Tesorería especial soportada por nuevos impuestos. De alguna manera el mundo
romano y, en especial, Augusto fueron el precursor de las pensiones de
jubilación.
Estas mejoras, y salvo
desastres bélicos puntuales como el de Varo hicieron innecesario el
reclutamiento forzoso de efectivos. Las
legiones de Augusto estaban formadas casi exclusivamente por voluntarios,
generalmente hijos de veteranos.
En cuanto a la
procedencia de los solidados, las legiones occidentales estaban formadas prácticamente
al completo por hombres reclutados en Italia o puntualmente en alguna de las
provincias mediterráneas. Todos debían ser ciudadanos romanos. Al contrario, en Oriente era muy habitual que las
legiones estuvieran integradas por individuos oriundos de la zona donde ésta
estuviera acantonada.
Disposición
de una legión manipular en el campo de batalla
Fuente: De Filipo - Derivative work.
Translation of Image:Romerska maniplar.png, CC BY-SA 3.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=2690513
A fin de incrementar el
número de voluntarios Augusto confirió a
los soldados algunos privilegios legales sin precedentes, cono el peculium castrense (suponía la
independencia económica del soldado a pesar de que aún viviera su progenitor,
lo que iba en contra de la autoridad legendaria del Pater Familiae) y el testamentum militare (el testamento de un
soldado tenía validez a pesar de que contuviera errores técnicos, siempre que
se dedujera claramente su intención).
No obstante, otra de las
medidas de Augusto fue menos popular, la prohibición de que los soldados
contrajeran matrimonio y la anulación del mismo en caso de que ya estuvieran
casados. Sin embargo no afectó al reclutamiento pues los soldados se seguían
casando aunque sus hijos eran considerados ilegítimos. Realmente aunque no fue
la intención del emperador esto incrementó los alistamientos para conseguir la
ciudadanía romana por parte de estos hijos bastardos. La verdadera motivación
de Augusto alejando a mujeres y niños de
los campamentos miliares fue conseguir una mayor efectividad.
Otra
de las grandes creaciones de Augusto fue la de la Guardia Pretoriana como
cuerpo permanente. En la urbe permanecían también las cohortes urbanas y las
cohortes de voluntarios y de reclutas de libre nacimiento y liberto, que
surgieron después de la derrota de Varo en el Bosque de Teutoburgo y que
también se convirtieron en fuerzas estables.
Guardia
pretoriano en época de Augusto. Siglo I d.C. Berlín. Museo de Pérgamo.
Fuente: De Albert Krantz - Trabajo
propio, Dominio público,
Igualmente,
el emperador que jamás dejaba nada al azar, creo una caballería permanente. Éste
ala había sido siempre el más débil de los ejércitos romanos por lo que se
habían compuesto desde finales de la República por contingentes extranjeros
enviados por reyes clientes o ciudades libres o reclutados en las provincias;
siempre para una guerra concreta y disueltas cuando ésta finalizaba. Estas
tropas en tiempos de Augusto eran dirigidas por tribunos y perfectos ecuestres,
aunque en ocasiones lo hacían por sus propios jefes locales.
Otra
gran innovación del primer emperador en cuanto a la estructura militar del
Imperio fue la creación de dos flotas permanente con bases en Rávena y Miseno.
Éstas eran mandadas por prefectos ecuestres, por lo general ex tribunos de las
legiones. Los marineros eran principalmente hombres libres de las provincias,
sobre todo egipcios para la flota de Miseno y dálmatas para la de Rávena. Sin embargo
los capitanes eran siempre libertos o esclavos de Augusto. Este también creó
algunas flotas menores en las provincias.
En
general el ejército se mantenía satisfecho con las condiciones de Augusto, a
pesar de lo cual se generaron motines a su muerte, siendo el principal motivo
de queja el prolongado tiempo de servicio, por lo que Germánico (el nieto
adoptivo del emperador del Príncipe) lo rebajó a 16, algo que Tiberio volvió a
anular con posterioridad sin que se dieran nuevos motines.
Flota
romana en la batalla de Accio. Relieves Medinaceli. Siglo I d.C.
Córdoba. Colección de la duquesa de Cardona
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