Reconstrucción del Templo de Apolo Palatino
El Templo de Apolo Palatino fue prometido por Octavio en el
Era una de las más
magnificas construcciones del Principado, la primera dedicada por Augusto en
honor de su dios protector.
El templo, que estaba realizado en mármol de Carrara, se elevaba sobre un alto podio; era
hexástilo, pseudoperíptero (con medias columnas adosadas a la cella) y de orden corintio.
Delante de él se alzaba una terraza artificial de grandes
dimensiones (Area Apollinis) presidida por un pórtico de columnas
adornado con esculturas de las Danaides. Esta terraza estaba conectada con la
casa de Augusto a través de un pasillo cubierto decorado con pinturas murales.
En el templo de Apolo y en la biblioteca (que completaba el
recinto) se reunía con frecuencia el Senado romano como señal de sujeción del
Príncipe a las antiguas instituciones republicanas.
Area Apollinis
Las imágenes de culto en el interior de la cella, de gran valor artístico, la componían una escultura de Apolo de Scopas, una de Diana y otra de Latona (hermana y madre respectivamente del dios). Bajo el podio de la escultura de Apolo fueron depositados por Augusto los Libros Sibilinos (libros proféticos usados para adivinar el futuro). "Cuando por fin asumió a la muerte de Lépido el Pontificado máximo hizo reunir todos los libros proféticos griegos y latinos de autores desconocidos y poco dignos de crédito que se encontraban en circulación, más de dos mil, y los mandó quemar, conservando únicamente los Sibilinos, e incluso éstos después de haber hecho una selección; los guardó en dos cajas doradas bajo el pedestal de Apolo Palatino". (Suetonio. Vida de Augusto. 31).
Apolo Barberini. Posible copia de la escultura de Apolo de Scopas. Munich. Gliptoteca
Desgraciadamente
del templo de Apolo sólo se han conservado restos del basamento y de algunos
capiteles (de una decoración naturalista muy cuidada). En las excavaciones salieron también a la luz
una seríe de paneles de terracota que representan escenas mitológicas en estilo
arcaico como Perseo y Atenas con la medusa o la disputa de Hércules y Apolo por
el trípode délfico (posiblemente evocadora de la disputa entre el propio Octavio y Marco Antonio, que se consideraba descendiente de Hércules). Con toda probabilidad decorarían el Area Apollinis.
Restos del Templo de Apolo Palatino. Roma 2018
Terracotas del Area Apollinis. Roma. Museo Palatino
Video de Luigi Manfredi
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