“Trajano construyó sobre el Danubio un puente de piedra, sobre el que no puedo demostrarle mayor admiración. Si magníficas eran sus otras obras, ésta las sobrepasó a todas. Pues tenía veinte pilares de piedras cuadradas, ciento cincuenta pies de altura sobre su base y sesenta de anchura, y estos manteniendo una distancia de ciento setenta pies unos de otros, están unidos por arcos. ¿Cómo, entonces, podría nadie dejar de asombrarse por el gasto hecho en ellos? ¿o por la forma en que cada uno de ellos fue colocado en un río tan profundo, en aguas tan llenas de socavones, y con un fondo tan limoso?”.
Dión
Casio. Historia Romana, Libro LXVIII
El puente supuso un derroche
técnico sin precedentes en este tipo de construcciones, pues debía cubrir 800
metros de anchura y 15 metros de profundidad del río en esa zona. Por tanto,
medía 1135 metros de largo y 19 metros de alto.
Para ello Apolodoro construyó
20 arcos de madera, asentados en pilares cuadrados de mampostería. Esto supuso
un gran reto debido al caudal y la anchura del Danubio. El genial arquitecto
descartó el desvío del río, así que creó cajones estancos o ataguías, mediante un doble
cerco de pilotes de madera con un relleno de arcilla entre ambos. Una vez
vaciado el interior, se rellenaba de hormigón.
La cimentación fue, por tanto la mayor dificultad constructiva del puente. No obstante, el mayor logro fue el diseño estructural de los arcos de 52 metros de longitud, algo nunca visto, con estructuras triangulares y elementos atirantados de madera. En cada extremo había una fortificación.
A pesar de su envergadura
y dimensiones, el puente se levantó sólo en 2 años.
Desgraciadamente el
puente no estuvo en pie mucho tiempo, pues el sucesor de Trajano, Adriano, lo
mandó destruir parcialmente para evitar la entrada de los bárbaros y por su
apuesta por una política defensiva en lugar expansionista. Otra versión defiende
que el puente se vino abajo porque los pilares fueron hundiéndose en el lecho
del río.
Dión Casio relata que “Trajano construyó el puente porque temía que
alguna vez, cuando el Danubio estuviera congelado, la guerra podría ser llevada
contra los romanos desde el otro lado y deseaba facilitar a sus tropas el
acceso al otro lado por su medio. Adriano, por el contrario, temía que
facilitara también el paso a los bárbaros, una vez que hubieran sobrepasado a
los que los guardaban el puente, hacia Mesia, de forma que eliminó la superestructura”
(Dión Casio. Historia Romana, Libro LXVIII).
En la actualidad apenas
se conservan restos. En 1856 aún podían verse 20 pilares en una bajada del
nivel de río extraordinaria. Se mandaron destruir dos de ellos porque
dificultaban la navegación. En 1982 se tenían localizados 12 pilares, imaginando
los arqueólogos que el resto fueron arrastrados por las aguas. Hoy en día sólo
dos pilares son visibles en cada rivera del Danubio.
Una de las principales líneas
argumentales de la segunda novela de la Trilogía sobre Trajano de Santiago Posteguillo,
“Circo Máximo”, está dedicada a la construcción del puente. La
verdad que hasta que no la leí, desconocía su existencia. Su lectura es muy
amena y aporta muchos datos sobre el espectacular edificio y del genial
Apolodoro.
Impresionante construcción precursora de los puentes modernos con estructura de acero. Todo esto se nos escapa a nuestro entendimiento porque cómo pudo pensar y diseñar algo así sin conocimientos de física ni de matemáticas complejas. Hoy un puente así no lo hace cualquiera.
ResponderEliminarEn fin, supongo que la madera no aguantó mucho por las crecidas y la humedad. Una pena que no se conserve.
Aquí está el enlace a Google Maps para ver su hubicación y los restos que han conservado:https://www.google.com/maps/place/Drobeta-Turnu+Severin,+Ruman%C3%ADa/@44.6172124,22.6658697,2902m/data=!3m1!1e3!4m5!3m4!1s0x475231c5a8871173:0x3370a1b752cbe6b!8m2!3d44.6369227!4d22.6597342
La ingeniería romana es insuperable y Apolodoro el genio que dio forma al Panteón de Agripa. Para él todo era posible...lástima los escasos restos que quedan del puente.
EliminarUn saludo
una desgracia total que haya durado tan poco, siendo una proeza de la arquitectura, que mal que hayan destruido los 2 pilares que se menciona!. Por cierto mucho tiempo estuve dandole al f5 esperando la nueva entrada, gracias como siempre.
ResponderEliminarLa verdad que sí, una pena, pero la historia a veces es así. Al menos nos quedan suficientes vestigios escritos para poder hacernos una idea de su envergadura.
ResponderEliminarEste último mes ha sido duro con problemas familiares de salud y me fue imposible publicar pero poco a poco espero ir retomando y no tardar tanto en publicar, que ahora toca una parte muy bonita como son las construcciones de Trajano en Roma. Muchas gracias
De nuevo,un gran artículo. Gracias.
ResponderEliminarGracias a ti por leerme. Un saludo
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