En
18 a.C., Augusto implantó sus leyes para proteger y fomentar el matrimonio,
pilar de la sociedad romana, la lex Iulia de maritandis ordinibus, modificada posteriormente por la lex Papia Poppaea, ya analizadas en
reseñas anteriores. Ambas tuvieron un éxito relativo.
Matrimonio entre dos ciudadanos romanos. Museo de Capodimonte
Otro
problema social era la excesiva manumisión de esclavos a través de testamentos,
lo que supuso un número muy elevado de libertos en el cuerpo de ciudadanos
romanos. La legislación al respecto no la propuso Augusto, sino los cónsules Fufio Gémino y
Canidio Galo. La lex Fufia Caninia limitaba la manumisión testamentaria que
solía ser muy injusta, pues el testador podía dar muestras de su generosidad
sin que le costara nada. A partir de ahora para evitar que se sobrepasara el
límite legal, en el testamento debían figurar los nombres de los esclavos.
En
cuanto a la otra forma de manumisión, la llamada inter vivos, estipulaba
que ningún ciudadano menor de 20 años podía ser manumitido. Otra cláusula de la ley
regulaba que todo esclavo estigmatizado por antecedentes criminales o que hubiera sido gladiador
cuando era manumitido era incluido en un grupo diferente de libertos, los peregrini dediticii, los cuales se veían
privados de la ciudadanía romana.
Esclavos
en un mosaico romano. Siglo II d.C. Dougga. Túnez
Fuente: De Pascal Radigue - Trabajo
propio, CC BY 3.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=4966082
Como
demuestran muchas anécdotas proporcionadas por sus biógrafos, Augusto no era
especialmente racista, pero toda esta situación le preocupaba pues no deseaba una
afluencia masiva de antiguos esclavos y provincianos dentro del estrato social
destinado a los ciudadanos romanos.
Pues
Augusto, al igual que la mayoría de romanos de clase alta, creía en una
sociedad estratificada según el nacimiento y la fortuna, y con un limitado
grado de movilidad social. Los grupos sociales a grandes rasgos eran tres:
- Senadores.- Su función consistía en guiar el Estado, gobernar las provincias y liderar el ejército. Augusto fue el primero en imponer un requisito de propiedad para acceder al Senado y en sancionar oficialmente el principio hereditario, permitiendo a los hijos de los senadores vestir la banda púrpura en sus togas y asistir a las diferentes sesiones.
Procesión de senadores en el Ara Pacis Augustae. 13-9 a.C. Roma 2011
- Orden equestre.- Los requisitos para pertenecer a este grupo eran: haber nacido libre, propiedad mínima de 400.000 sestercios y tener menos de 45 años. Augusto amplío este estrato social de 1.800 integrantes a alrededor de 5.000 y parece que le confirió cierto matiz militar.Augusto empleó a los equites en puestos militares superiores y civiles que él mismo creó, aunque en general se consideraba al orden ecuestre como una clase de hombres de negocios y financistas.
Equites en una batalla. Detalle de Sarcófago. Siglo II d.C. Roma. Museo Nazionale Romano
Fuente: De Desconocido - User:Folegandros (2010), CC
BY-SA 3.0,
- La Plebe.- En el último grupo social también había una jerarquía entre los nacidos libres y los libertos. Éstos últimos no podían acceder ni al Senado ni al orden ecuestre ni al servicio militar. Augusto mantuvo estas restricciones. Sí los incluyo dentro del cuerpo de vigiles y sólo los alistó en cohortes especiales durante la rebelión panonia y tras el desastre de Varo. Les puso limitaciones en el acceso a cargos públicos y también les impidió el derecho al voto. Sin embargo, no se oponía a que los libertos acaudalados conquistaran cierta relevancia social. Incluso instituyo en muchas ciudades italianas los serviri Augustales (junta anual de libertos encargada del culto de los Lares Augusti).Augusto distinguía en Roma dos tipos de plebe: la plebe romana (aquellos que tenían derecho a percibir gratuitamente el suministro de trigo), cuyo número ascendía a 200.000 individuos durante el Principado y la plebe urbana (unas 320.000 personas). Quizás se refiera Augusto al total de habitantes de extracción social baja que habitaban en la gran urbe.El emperador trataba a la plebe romana con la indulgencia desdeñosa propia de cualquier romano de clase alta. Sin embargo, no intentó con ella emular las políticas radicales de César (que envío a más de 80.000 personas a las colonias ultramar) sino que la mantuvo tranquila mediante juegos y distribuciones de dinero. El famoso Panem et circenses.
Retrato de panadero y su esposa. 20-30 d.C. Hallado en Pompeya. Nápoles. Museo Archeologico Nazionale
Los
ciudadanos de Italia por su parte florecieron mucho durante el Principado. Los
campesinos, que durante siglos habían mostrado grandes signos de hostilidad, se
calmaron con Augusto, pues éste creo numerosas colonias de veteranos en las
provincias, siendo la mayoría de aquellos campesinos italianos sin tierras. Por
otro lado el emperador favoreció muy poco la agricultura. Todo lo que hizo en
este terreno fue manejar los negocios teniendo en cuenta más los intereses de
los agricultores y mercaderes que los del pueblo. A esto se debe probablemente
el hecho de que ordenase al praefectus
annonae que comprara trigo italiano, aún cuando fuera más caro que el trigo
de las provincias.
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