domingo, 21 de noviembre de 2021

Trajano, el emperador que fue hombre antes que dios

“Administró los asuntos del Estado de tal forma que es justamente considerado por encima de todos los demás príncipes. Resume en su persona, en forma particularmente destacada la doble característica del administrador y del soldado. Extendió a lo largo y ancho el Imperio romano, que después de Augusto había sido defendido más que ampliado”.

Eutropio. Siglo IV


Monumento a Trajano. Xanten (Alemania). Parque Arqueológico

 

Trajano es uno de los gobernantes mejor valorados de todos los tiempos, tanto que su reputación ha permanecido intacta durante casi dos mil años. Entre sus contemporáneos ya lo comparaban con Augusto por lo que recibió el título de Optimus Princeps por parte del Senado; se le consideraba el mejor de los Príncipes, además de por sus conquistas, por su forma de llevar la política y por las buenas relaciones que mantenía tanto con el pueblo, como con los soldados y los senadores.

En los siglos posteriores, en el Imperio Romano e incluso en el Bizantino, cuando un emperador  ascendía al trono, el Senado lo recibía con el siguiente saludo: Felicior Augusto Melior Traiano (que seas más afortunado que Augusto y mejor que Trajano), pues ambos gobernantes eran considerados los mejores y los modelos a seguir.


Trajano. Siglo II d.C., Londres, Museo Británico


En época cristiana, su figura fue objeto de debate pues algunos pensadores opinaban que alguien tan virtuoso debía abrazar la fe cristiana, así que Gregorio I resucitó a Trajano a través de la intercesión divina y lo bautizó. No obstante, otros pensaban que a pesar de poseer todas las virtudes naturales que poesía Trajano, carecía de fe cristiana y del bautismo, por lo que fue considerado por algunos, como Santo Tomás de Aquino, como ejemplo de pagano virtuoso. Por ello, el mismo Dante en la Divina Comedia lo colocó en el Paraíso, en la sexta esfera donde se hallan los buenos gobernantes, debido a su sentido de la justicia, siendo el único César que el gran escrito florentino colocó allí.

En el siglo XVIII Edward Gibbon lo incluye dentro de los cinco emperadores buenos que incluye a Nerva, Trajano, Adriano, Antonino Pío y Marco Aurelio.

Traian se usa como nombre de pila en la Rumanía actual y el himno de este país evoca a Trajano en una estrofa que dice ¡Y que en nuestros corazones guardamos con orgullo un nombre triunfante en las batallas, el nombre de Trajano!”. Trajano es considerado en ese país como el Padre de la Patria que les llevó la civilización y la cultura.


Sometimiento de los Dacios a Trajano.103 d.C. Columna Trajana, Roma
Fuente: Di Attribuito a Apollodoro di Damasco - Conrad Cichorius: "Die Reliefs der Traianssäule", Zweiter Tafelband: "Die Reliefs des Zweiten Dakischen Krieges", Tafeln 58–113, Verlag von Georg Reimer, Berlin 1900, Pubblico dominio, 


Controvertida estatua de Trajano en Bucarest que simboliza el nacimiento de la nación rumana
Foto:  Shutterstock

La fama de Trajano traspasa fronteras siendo el único gobernante extranjero que tiene un monumento en Argentina, más concretamente en Buenos Aires.


Monumento a Trajano en la Plaza Lavalle de Buenos Aires


En cuanto a las fuentes clásicas sólo han llegado hasta nuestros días dos testimonios que aportan datos sobre la vida de Trajano: las Cartas de Plinio el joven, donde el pensador transmite al emperador su preocupación ante el gran crecimiento del cristianismo en el Imperio Romano y la Historia Romana de Dión Casio, escrita un siglo después de la muerte del emperador. Imposible encontrar ninguna opinión negativa al Principado de Trajano.

Pero, ¿Cómo era el emperador hispano en realidad? Según Dión Casio “Trajano gozaba del mayor prestigio por su justicia, su valentía y por la sencillez de sus costumbres” (Historia Romana. Libro LXVIII). Otros afirman que era magnánimo y generoso. No tenía la impulsividad de la juventud ni la debilidad de la vejez. No odiaba a nadie e ignoraba las calumnias. Era sereno y de espíritu tranquilo.


Cabeza de Trajano. Siglo II d.C. Munich, Gliptoteca


Además, era cercano con la gente, tanto que colocó en la puerta de su residencia la inscripción Palazzo Pubblico, para que todo el mundo pudiese entrar en él libremente. Solía recibir sin cita y personalmente a todos los que recurrían a él.  Tenía una gran preocupación social que le llevo a impulsar la creación de fondos públicos para alimentar e instruir a niños huérfanos.


Escultura de Trajano divinizado en su Itálica natal, Siglo II, original en el Museo Arqueológico de Sevilla
Fuente: De Jl FilpoC - Trabajo propio, CC BY-SA 4.0, 

En cuanto a su formación, su oratoria, según Dión Casio no era perfecta pero conocía su fundamento y lo aplicaba. Era además muy trabajador y disciplinado.

Solamente le atribuyen las fuentes un gran vicio, pero que en su época no podía considerarse como tal, y éste era el gusto por el vino, licor que ingería en exceso, si bien siempre se mantenía sobrio y hasta esa adicción intentó corregir pues “había moderado, por prudencia su excesiva afición al vino […] habiendo prohibido que se tuvieran en cuenta las  órdenes que había dado después de una comida que se hubiera prolongado mucho” (Aurelio Víctor. Vida de los Césares).


Camafeo con la imagen de Trajano


A pesar de haber ascendido al Principado a una edad avanzada para la época (45 años) gozaba de gran fortaleza física y mental, y nunca estuvo enfermo, salvo los problemas neurológicos que padeció al final de su vida que desembocarían en la apoplejía que paralizó parte de su cuerpo varios días antes de morir.

No tenemos descripciones físicas del emperador, salvo el testimonio que nos dejan sus innumerables representaciones tanto en esculturas, bustos, relieves o monedas, que lo personalizan la mayoría de las veces como un soldado. Su rostro es agradable aunque carece de la belleza serena y eterna de Augusto. Las imágenes de Trajano lo muestran tal y como era: un hombre llano y del pueblo, un militar austero y de gran físico, que nunca se consideró un dios.


Trajano. Siglo II d.C. Venecia. Museo Arqueológico
Fuente: Di Carole Raddato from FRANKFURT, Germany - Buts of Trajan, ca. 108 AD, of the so-called “Decennalia type”, Venice Museo Archeologico, Italy, CC BY-SA 2.0, 


En cuanto a su vida conyugal, estuvo casado con Pompeya Plotina, con la que no tuvo descendientes; Dión Casio alude a su afición por los muchachos, si bien precisa que nunca dañó  a ninguno. Hombre sensato como era nunca dejó que sus pasiones se interpusieran a su papel de gobernante del mundo romano, salvo en una ocasión que según relata Dión Casio, favoreció al rey de Edesa por apego al joven y atractivo hijo de éste.


Trajano delante de su Foro en Roma


Más que a su esposa, estaba muy unido a sus hermanas y a sus sobrinas y sobrinas nietas, a las que trataba como si fueran sus hijas. No tanto, a su sobrino segundo Adriano, por lo que aún se debate el motivo que le llevó a elegirlo como sucesor, si bien fue toda una declaración de intenciones promover su  matrimonio con Vibia Sabina, hija de su sobrina Matidia la mayor. Pero eso es otro capítulo de esta historia.


Trajano. Siglo II d.C., Roma, Museos Capitolinos

4 comentarios:

  1. Es curioso que el cristianismo intentase "salvarlo", definitivamente el mejor gobernante que tuvo Roma, con el permiso de Augusto, saludos.

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    1. Aunque admiro a Trajano, para mí Augusto siempre será el primero y el Pater Patriae por excelencia: tuvo que afrontar la crisis que supuso el asesinato de César con sólo 19 añitos y se impuso a todos para crear una maquinaria que aún funciona. Sus carencias las cubrió rodeándose de los mejores, sin importar su origen. Aun así Trajano tiene mucho mérito. Un saludo

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    2. Además es curioso lo del cristianismo porque Trajano fue uno de los primeros que persiguió a los cristianos, aunque no con violencia. Un saludo

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  2. Plinio decía de los cristianos que practicaban una «superstición irrazonable, tonta y fanática» y aunque no obstante Trajano los consideraba una etería (asociación) pacífica, algunos obispos importantes fueron condenados por rehusar el culto al emperador, hecho que en la Roma imperial siempre fue considerado como la negación a la vida civil. Gracias de nuevo por este ilustre artículo.

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