viernes, 22 de febrero de 2019

Tras las huellas de Nerón (2ª Parte)


Nerón niño. Siglo I d.C. Detroit, Instituto


Para bucear en la personalidad del emperador, tendremos que viajar hasta su complicada infancia. Nerón nació siendo emperador su tío Calígula. Su padre, Domicio Enobarbo, 32 años mayor que su madre, era un hombre despreciable, según opinión de muchos. Las primeras palabras que dedicó al recién nacido cuando se lo pusieron a su pies, a fin de que lo reconociera, fueron las que recoge Suetonio “al recibir [Domicio] las felicitaciones de sus amigos, exclamó que nada podía nacer de Agripina y de él que no fuera detestable y para desgracia pública” (Vida de Nerón, 6,1-2).



El pequeño Nerón aún con la bulla infantil en su cuello. París. Museo del Louvre

Así y todo, el pequeño fue desde el primer momento el centro del mundo de su madre que concentró en él todas sus ansias de poder y las frustraciones de su matrimonio. De hecho propuso a su hermano Calígula que le pusiera nombre (con la esperanza que éste que no tenía herederos, lo tuviese en cuenta para una futura sucesión) pero el depravado emperador se burló de la propuesta y le sugirió el nombre del tío de ambos, Claudio, al que todos consideraban idiota. Agripina lo rechazó con desprecio.
Cuenta una leyenda que siendo sólo un bebé intentaron asesinar a Nerón mientras dormía por orden de Mesalina, que veía peligrar la posición futura de su hijo Británico y que los atacantes huyeron al ver salir una serpiente debajo de la almohada. En realidad Agripina inventó esta historia al encontrar en la cuna de su hijo una piel de la muda de una serpiente. Con ella le hizo un brazalete engarzado en oro que Nerón llevaba siempre hasta que el recuerdo de su madre empezó a atormentarlo. En sus momentos difíciles volvió a buscarlo sin éxito. (Suetonio. Vida de Nerón, 6,4).


Nerón adolescente. Siglo I d.C. San Petesburgo. Museo del Hermitage

Entre los años 39-40 cuando Nerón contaba con menos de 3 años se quedó solo de la noche a la mañana: su madre fue enviada al exilio por su hermano Calígula y su padre Domicio murió de hidropesia. El pequeño pasó a estar bajo la tutela de su tia Domicia Lépida, hermana y supuesta amante de su padre, con la que Agripina tenía una pésima relación. Aunque Enobarbo había dejado parte de su patrimonio a su hijo, Calígula se lo confiscó, por lo que se convirtió en una carga para una mujer soltera y austera como Domicia, aunque más cariñosa con él que la intratable Agripina. En definitiva, en sus primeros años de vida Nerón recibió muy poco afecto. Y eso lo marcaría durante toda su vida. Sus primeros maestros fueron un barbero y un bailarín, algo nada normal en un miembro de la familia imperial. Sólo de ellos y de sus nodrizas Eglogle y Alejandra recibió cariño a tan corta edad. Ambas le fueron leales hasta la muerte.
Durante el año 41, tras el asesinato de Calígula, Agripina volvió del exilio. Nerón (que sólo contaba 4 años) vio cómo nuevamente se le apartaba de un ambiente que parecía agradarle para enfrentarse a una educación más severa, pues Agripina estaba horrorizada por la educación que estaba recibiendo su hijo. Así que trajo a Séneca del exilio para que lo educara. Su autoritarismo agobiaba al niño, que cuando mostró síntomas de preferir a la tía, dio lugar sin pretenderlo a una guerra entre las dos mujeres. Años después, siendo emperatriz, Agripina hizo a acusar a Domicia de complot contra Claudio por lo que fue condenada a muerte. Nerón fue obligado por su madre a testificar contra su tía. Algo que le costó superar.



Nerón. Siglo I d.C.


Así, a una tierna edad, tenemos al joven Nerón atemorizado y manipulado por una madre que lo dominaba por completo, creando en él una serie de inseguridades y una baja autoestima, sentimientos que originarán la principal nota característica de su carácter: la necesidad compulsiva de reconocimiento.
Por ello, todos los honores que le otorgó Claudio siendo muy joven, sin que hiciera nada para merecerlo (reconocerlo como hijo adoptivo, hacerle destacar en actos públicos frente a Británico, dejar que se diera baños de masas cada vez con más frecuencia) fueron modelando un carácter caprichoso y mimado en una persona que en lo más profundo de su interior se sentía tremendamente sola y perdida, encerrada en una vida creada a su medida sin que nadie le hubiera preguntado si la deseaba.
“Cuando todavía era un niño de corta edad, durante las representaciones del circo participó en los juegos troyanos con el mayor arrojo y cosechando un gran éxito. A los once años fue adoptado por Claudio y entregado a Anneo Séneca […]. Cuando fue presentado en el Foro después de vestir la toga viril, prometió al pueblo un reparto extraordinario, a los soldados un donativo, e hizo desfilar a los pretorianos marchando a la cabeza de ellos escudo en mano; luego dio las gracias a su padre [Claudio] en el Senado. Ante éste mismo, a la sazón cónsul, defendió a los habitantes de Bolonia en latín, y a los rodios e ilienses en griego. Administró también justicia por primera vez como prefecto de Roma durante el sacrificio de las fiestas Latinas, rivalizando los más prestigiosos abogados en presentarle no las demandas corrientes, de rápida tramitación como es costumbre, sino un sinfín de casos de la mayor importancia, a pesar de haber sido prohibido por Claudio” (Suetonio, Vida de Nerón 7).


Nerón. Siglo I d.C. Museo de las Termas. Roma 2018

Séneca se dio cuenta del inconformismo de su joven pupilo cuando se puso al frente de su educación, pues enseguida percibió que no era un trabajo fácil moldear su pensamiento. Así y todo, se empeñó en enseñar a Nerón las vías más adecuadas para alguien que va a ejercer el más grande poder. De ahí que centrara sus enseñanzas en lo que él consideraba los pilares fundamentales de los que gobiernan: disciplina y apoyo de las legiones, obediencia, respeto por el deber y la defensa de la familia y de las tradiciones ancestrales romanas como centro de la vida del individuo. También intentó inculcarle el valor sagrado de la benevolencia y la piedad.
A pesar de la rebeldía del adolescente la influencia de Séneca se sintió sobre todo en los primeros 5 años de su reinado, de hecho cuando le presentaron su primera sentencia de muerte Nerón expresó que desearía no saber escribir. A medida que fue rodeándose de otros círculos, fue alejándose de las enseñanzas del filósofo cordobés.
De hecho, uno de los hobbies favoritos de Nerón en los primeros años de su Principado era vestirse de noche como cualquier joven romano y mezclarse con el pueblo sin ser reconocido, disfrutando de la vida como cualquier joven de su edad. Además, se mostraba siempre cercano llamando por su nombre a personas de todos los estamentos sociales.



Nerón. Siglo I d.C. Moscú, Pushkin Museum
Fuente: De shakko - Trabajo propio, CC BY-SA 3.0, 

Así, poco a poco y con el devenir de los años fueron fluyendo otros matices de la personalidad de Nerón que habían permanecido ocultos mientras vivieron su madre y Séneca. Entre estos destacan su egocentrismo, su megalomanía y su gusto por el espectáculo a todos los niveles. Nerón buscaba crear un mundo nuevo a partir de sus deseos e intuiciones, con más o menos acierto, pues en su época el imperio gozó de gran prosperidad, de dinamismo económico y cultural, éste último impulsado por su gran amor por el helenismo. Fue un exhibicionista, narcisista y un gran showman. Por eso, gustaba a la plebe, y por eso lo odiaban las élites aristocráticas e intelectuales romanas porque suponían una merma de su poder e influencia.
Así y todo, ¿era Nerón un psicópata? ¿tenía doble personalidad? La mayoría de las fuentes que he consultado coinciden en que su perfil es más cercano al sociópata, pues algunos de los rasgos conductuales de esta patología coinciden perfectamente con los de Nerón: ausencia de empatía en general, autoestima ambigua, constante búsqueda de nuevas sensaciones, egocentrismo, megalomanía, falta de responsabilidad, exceso de hedonismo, altos niveles de impulsividad….todo acompañado por ataques de pánico. Otro rasgo del carácter de Nerón, que era bastante miedoso.
Estos individuos (como queda claramente reflejado en la figura de emperador) sufren la crítica y el desprecio generalizados por lo que se vuelcan en aquellos que lo aprecian, en el caso de Nerón, la plebe que lo adoraba.



Nerón. Siglo I d.C. Roma, Antiquario del Palatino
Fuente: De Jastrow - Trabajo propio, Dominio público, 

¿Y cómo era Nerón físicamente? A pesar de ser tataranieto de Augusto, no tenía apenas ningún rasgo juliano pues era muy parecido a los Enobarbo: de piel muy clara, ojos azules, pelo rubio rojizo que a él le gustaba llevar de un modo muy poco romano, largo y escalonado sobre los hombros. Tenía toda la piel cubierta de pecas, lo que es normal en las personas pelirrojas. En cuanto a su estructura física, era de mediana estatura y tendente a la obesidad, aunque tenía las piernas muy delgadas. Gozó siempre de una excelente salud. Vestía de forma extravagante, algo que también irritaba a las altas clases romanas por lo que consideraban un insulto.
Su gran pasión desde su niñez fueron las artes: la poesía, el canto, el baile, la pintura y la escultura; sólo cuando se vio libre de la opresión de su madre dejó que fluyeran en su total apogeo. Otra de sus grandes aficiones eran las carreras de cuadriga, siendo un gran admirador de los Verde puerro, el equipo del pueblo.



Nerón. Siglo I d.C. Roma, Museos Capitolinos
Fuente: De cjh1452000 - Trabajo propio, CC BY-SA 3.0, 

Para concluir, decir que dentro de la corriente de rehabilitación de su figura, el alcalde de su ciudad natal en 2009 inauguró un monumento a Nerón que hoy es el lugar más fotografiado de Ancio, a pesar de  la incredulidad de los muchos visitantes que se acercan al leer la leyenda que lo acompaña: “durante su Principado el imperio conoce un periodo de paz, de gran esplendor y de importantes reformas”· En 2011, Roma le dedicó un exposición que batió todos los records de visitantes. Malvado o maltratado por la historia, lo que sí es cierto es que Nerón vende y sigue siendo el emperador más mediático. Estuve en la exposición, pero no me gustó que mientras reivindicaban la figura de Nerón con material arqueológico de gran calidad proyectaban los mismos organizadores la película Quo Vadis?. Me pareció muy desacertado que la superintendenza utilizara para recordar a Nerón la novela y película que más han injuriado su figura, en la sede del Templo de Rómulo en pleno Foro Romano.



Monumento a Nerón en Ancio. 

viernes, 15 de febrero de 2019

Tras las huellas de Nerón (1ª Parte)


Pintura que representa a Nerón


           Nerón es uno de los emperadores más controvertidos no sólo por la complejidad de su carácter, sino también por la dudosa fiabilidad de las fuentes antiguas al referirse a él.
En primer lugar, no ha llegado hasta nosotros ningún escrito contemporáneo al emperador, y lo que se sabe de ellos, por otros autores posteriores, es que eran contrarios a Nerón. Coetáneo suyo y muy crítico con él fue Plinio el Viejo (tristemente fallecido en el año 79 d.C. durante la erupción del Vesubio) que consideró a Nerón en su Naturalis Historia como “enemigo de la humanidad” (XXXVI, III). Hay que decir que Plinio era muy cercano a Claudio y no digirió demasiado bien la sucesión del viejo emperador.
No obstante, la mayoría de autores que abordaron la figura de Nerón son posteriores a él como es el caso de Tácito y Suetonio que escribieron unos 50 años después de su muerte y Dión Casio que vivió 150 años después. Los tres pertenecían a la alta aristocracia (estatuto social al que Nerón azotó sin piedad) y entre ellos mismos se contradicen al narrar sucesos tan polémicos como el asesinato de Claudio, la muerte de Agripina y, principalmente, el que marcó a Nerón para siempre: el gran incendio de Roma del año 64.


Peter Ustinov en un fotograma de Quo Vadis? (1951)

Y es en la tradición cristiana posterior donde Nerón adquirió su peor leyenda, siendo considerado por algunos autores como el Anticristo. Hay que aclarar que en su época no había aún muchos cristianos en Roma (Nerón murió en el año 68 d.C, solo unos 30 después de la muerte de Jesús) y que fueron mucho más sangrientas las persecuciones de otros emperadores como Diocleciano. Incluso grandes emperadores como Trajano y Marco Aurelio ordenaron persecuciones a esta fe, algo que apenas es conocido. Así y todo, Tertuliano (que vivió en el siglo II d.C.), consideró a Nerón como “el primer perseguidor de cristianos”. Ni siquiera esta afirmación es cierta pues Claudio también decretó algunas medidas contra ellos.
En esta línea la novela de Henryk Sienkiewicz, Quo Vadis?, interpretada magistralmente en el cine por Peter Ustinov en 1951 fue la que cincelaría definitivamente la imagen de Nerón. De niña era mi película favorita; desde que empecé a investigar con seriedad  sobre la historia de Roma, no la he vuelto a ver más. Pues la imagen icónica de Nerón tocando el arpa mientras veía arder la ciudad fue narrada por Suetonio, no obstante Tácito pone incluso en duda la implicación del emperador en la catástrofe, pues hechos de este tipo eran muy frecuentes en la antigua Roma. Él mismo dice que hay historiadores de los que él ha consultado que apoyan una u otra versión. Tácito afirma que en ese momento Nerón está en Ancio y que volvió enseguida a la ciudad para abrir el Campo de Marte y los monumentos de Agripa para acoger al pueblo. Ordenó también levantar construcciones provisionales para albergar a la multitud. Igualmente bajó el precio del trigo. Este mismo autor afirma conocer el rumor de que subido al escenario que tenía en su casa Nerón cantó la destrucción de Troya. Pero dice que es sólo eso, un rumor, y lo hace tras contar que Nerón estaba en Ancio y que volvió a Roma cuando ya se había quemado su Palacio y todas sus posesiones (Anales, XV, 39). Por tanto, la historia se hace difícil de creer ante tanta contradicción. Si el palacio estaba destruido ¿cómo cantó desde allí?. Está claro que si un hecho tan atroz hubiera ocurrido, sólo cincuenta años después se sabría con absoluta certeza, no estaría sólo basado en rumores, por tanto me inclino a desconfiar de su fiabilidad.


El Incendio de Roma. Hubert Robert, 1787, Le Havre, Musee Andre Malraux

Y no sólo yo, pues a pesar de la mala fama, historiadores antiguos como Flavio Josefo y el propio Tácito (en general contrarios a Nerón) reconocen la aversión de la mayoría de escritores hacia él por lo que ellos mismos advierten de la dudosidad de sus escritos. “Omitiré una serie de discursos de los que han relatado la vida de Nerón; alguno de los cuales debido a que, por sus favores personales han tergiversado la verdad a su favor, y los de otros por venganza y por odio han mentido” (Flavio Josefo. Antigüedades de los judíos, XX, 8.3).
Pero no sólo hay que tener en cuenta las fuentes escritas para analizar una época o un personaje; existen otras igual de importantes, es decir, los vestigios arqueológicos, las monedas y epígrafes entre otros, que en muchas ocasiones nos cuentan otra historia diferente. Por lo que hay que encontrar el equilibrio entre todas para intentar sacar a la luz la versión más acertada de un hecho.
La historiografía actual se debate entre dos corrientes: por un lado, la mayoritaria engloba a aquellos autores que están intentando una revalorización más justa de la figura de Nerón, pues si bien es cierto, que llevó a cabo acciones que a nuestros ojos del siglo XXI consideramos atrocidades, no fueron de menor crueldad las que realizaron otros personajes de la antigüedad y, en concreto de la Roma imperial, como Constantino (que también mató a su primogénito, a su segunda esposa y a su suegro) pero como instauró el cristianismo como religión oficial su valoración es diferente. Por otro lado, están los autores que opinan que Nerón no puede aspirar a redención alguna. Yo, aunque sea sólo por las maravillosas sensaciones que me produjo visitar por primera vez en mayo la Domus Aurea, me alinearé con la primera tendencia. Porque quizás Nerón no fue un gran emperador, pero no fue mucho peor que la mayoría de sus sucesores, y desde luego no el peor de todos, pues el pueblo lo amó hasta mucho tiempo después de su muerte. Y en esa afirmación hasta las fuentes más hostiles se ponen de acuerdo.

viernes, 8 de febrero de 2019

Últimas noticias sobre el Mausoleo de Augusto

Hay nuevas noticias sobre el Mausoleo de Augusto, aunque un poco descorazonadoras, pues a pesar de que las obras de restauración y conservación del edificio ya están casi finalizadas, lo que es un logro infinito, aún faltan más de 500 días para que puedan completarse los trabajos que permitan la apertura a los visitantes.


Mausoleo de Augusto

Aproximadamente, entre los próximos 26 de febrero y 8 de marzo, tendrá lugar el concurso público para la adjudicación de las obras de la segunda fase de trabajos: la destinada a construir un museo que acogerá exposiciones temporales y conferencias. Por esto motivo, aunque se organizarán visitas preliminares todavía queda mucho para que podamos disfrutar del sepulcro más grande del mediterráneo después de las pirámides.
Esta nueva intervención conllevará el cerramiento completo del edificio y la eliminación de barreras arquitectónicas para que todo el mundo pueda acceder a él. Además se pondrá en marcha una nueva iluminación. Según se dice se prevé que sobre las paredes del Mausoleo se proyectarán imágenes de la historia de Roma realizadas por importantes cineastas italianos.
Entretanto, sí irán desapareciendo paulatinamente, los andamios destinados a garantizar la seguridad del edificio durante las obras de restauración del mismo.
Aunque aún debamos esperar casi dos años para poder contemplarlo en todo su esplendor, es maravilloso que el edificio esté a salvo, y con él la mayor parte de la obra de Augusto, en una ciudad donde es misión casi imposible ofrecer en buenas condiciones todos los vestigios del pasado más glorioso que existe. Gracias desde aquí a la Superintendenza Capitolina, al Ministero dei beni e delle attivitá culturali, a las empresas privadas que con sus donaciones permiten la salvaguarda del patrimonio romano y a tantas, tantas personas que dedican su vida para que Roma siga siendo la ciudad de la antigüedad que mejor ha envejecido.

viernes, 1 de febrero de 2019

Nerón y Claudio


Moneda con Claudio y Nerón
Fuente: De Classical Numismatic Group, Inc. http://www.cngcoins.com, CC BY-SA 3.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=2500013

Aunque ya he ido esbozando en artículos anteriores a que se debió la preferencia de Claudio por Nerón a la hora de elegir un heredero, quiero analizar más pormenorizadamente la relación entre ambos y los motivos que llevaron a Nerón a sentarse en el trono imperial.
Lo primero, resaltar que de las fuentes no se extrae que existiera un verdadero afecto entre el viejo emperador y su sobrino nieto. Este hecho contrasta con el gran cariño que, según estos mismos documentos, se profesaban César y Augusto o éste último y su íntimo amigo Agripa, su sobrino Marcelo o sus nietos Cayo y Lucio. No obstante, sí nos dejan constancia en varias ocasiones del afecto que Claudio sentía por su hijo Británico, como aquella vez en la que narra Suetonio el acercamiento del emperador a su hijo, tras haberlo tenido apartado “al salirle al encuentro  Británico, le abrazó estrechamente y le exhortó a crecer con la promesa de rendirle cuenta de todos sus actos, prosiguiendo, además, en griego: el que te ha herido, te curará” (Vida de Claudio, 43).

Nerón.  Siglo I d.C. Museo de las Termas. Roma 2018

Entonces, ¿por qué Claudio desde su matrimonio con Agripina favoreció al hijo de ésta en detrimento de su propia progenie?. En general, los historiadores atribuyen a la debilidad de Claudio en sus relaciones sentimentales que éste se sometiera a los deseos de su esposa. Sin embargo, la historiografía actual apuesta más por el hecho de que Claudio, sintiéndose enfermo y mayor, presentía su muerte cercana; en cierto modo consideró que los casi 4 años que Nerón llevaba a Británico suponían a determinada edad, la diferencia entre un adulto y un niño. Así, el miedo a que al ser su heredero un niño pequeño diera lugar a nuevas guerras civiles le hicieron preferir apostar sobre Nerón. Lo adoptó, le dio preeminencia en los actos públicos y, por último, permitió su matrimonio con su hija Octavia, pero no dudó en volver a replantearse todo cuando Británico cumplió 13 años, sin embargo ya era demasiado tarde. Agripina había llegado demasiado lejos para ver que todo el trabajo de su vida se desmoronaba.
De todos modos opino que si Claudio hubiera optado desde el primer momento por Británico las cosas no hubieran sido diferentes, ya que Agripina se había rodeado de un grupo de adeptos que controlaban el Senado y la guardia pretoriana. Además, Nerón era el nieto de Germánico, por lo que Británico lo hubiera tenido difícil de todas maneras.
Por su parte, Nerón tampoco manifiesta en ningún momento afecto por su padrastro pues aunque ordenó un gran funeral de Estado y su deificación, lo hizo más por su propio beneficio de ser considerado hijo de un dios. En ningún momento tomó ninguna determinación para castigar a Séneca por la obra sarcástica que publicó sobre ese hecho: La calabacificación del divino Claudio.