miércoles, 3 de julio de 2019

Popea Sabina


Posible retrato de Popea Sabina. Siglo I d.C. París. Museo del Louvre
Fuente: De Desconocido - Marie-Lan Nguyen (2007), Dominio público, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=2201731

Popea nació aproximadamente en el 30 d.C. (era 7 años mayor que Nerón), siendo hija de Popea Sabina la mayor y del pretor Tito Olio. Su madre, mujer de renombrada belleza, se quitó la vida al verse acusada de adulterio por parte de la emperatriz Mesalina. Aunque su familia no era de origen noble, era nieta de un cónsul.
Popea heredó de su madre su legendaria belleza; además era una mujer refinada, elegante y, por encima de todo, de gran inteligencia. Casada en primeras nupcias con Rufrio Crispino (con quien tuvo un hijo del mismo nombre), contrajo matrimonio nuevamente con Marco Salvio Otón, amigo íntimo de Nerón. Por mediación de él se conocieron Popea y el emperador. Los comienzos de su relación fue todo un escándalo pues en las calles de Roma se debatía si Nerón había arrebatado la mujer a Otón o si éste la había utilizado para ganar influencias con el emperador. Yo me decanto por la primera opción pues poco tiempo después Otón fue enviado a Lusitania como gobernador.


Moneda con las efigies de Nerón y Popea
Fuente: De Classical Numismatic Group, Inc. http://www.cngcoins.com, CC BY-SA 3.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=2192239

Así, Popea se convirtió en la amante oficial de Nerón, que fiel a su carácter no intentó en ningún momento guardar las apariencias. Mucho menos en esta etapa de su vida en que Agripina y sus consejeros habían perdido casi toda la influencia sobre él. Desaparecidos éstos, nadie le impidió acabar con la vida de su esposa Octavia y contraer matrimonio con la mujer de la que estaba locamente enamorado: Popea Sabina.
Roma tenía una nueva emperatriz, que brillaba mucho más que cualquiera de las anteriores, pues Popea, como su marido, huía de la discreción. Amaba tanto la belleza como temía el deterioro que el paso de los años pudiera provocar en ella. Se bañaba en leche de asna para favorecer la blancura y tersura de su piel (haciendo realidad lo que se decía sobre Cleopatra) e incluso dio nombre a líneas enteras de tratamientos de belleza. “Ojala muera antes de hacerme vieja” exclamó en una ocasión que se vio poco favorecida (Dion Casio, Historia romana,  62, 28, 1).
Mucho han hablado los historiadores antiguos sobre el papel de Popea en los asesinatos de sus principales rivales femeninas, Agripina y Octavia. No obstante, como ya apunté con anterioridad, la fiabilidad de éstos es a veces dudosa, pues en numerosas ocasiones han exagerado el papel maligno de mujeres poderosas como Livia, Cleopatra o Mesalina. Si tanto odio sentía Popea por todas sus rivales femeninas ¿por qué no mandó asesinar a Acté?. La antigua amante del emperador se había convertido en una mujer poderosa y seguía compartiendo con él tiernos sentimientos. Su fidelidad quedó patente incluso tras la muerte de Nerón. No obstante, no se puede negar que Popea ejercía cierta influencia sobre el amo del mundo y que como sus predecesoras en ocasiones abusó de su poder.


Posible retrato de Popea Sabina. Siglo I d.C. Museo de las Termas, Roma 2018

Nombrada Augusta desde su matrimonio (algo que Livia consiguió sólo al final de su vida), la nueva emperatriz participaba en asuntos de gobierno. Es notable el gran interés que Popea sentía por la religión judía intentando favorecerla siempre que tenía ocasión (algo que también han aprovechado para acusarla de ser la primera interesada en culpar a los cristianos de provocar el incendio de Roma).
En el año 63 Popea dio a Nerón una hija, Claudia, que murió a los 4 meses habiendo sido nombrada Augusta también. El Príncipe mostró tan gran entusiasmo con el nacimiento como dolor extremo con el fallecimiento de la pequeña. Dos años después, de nuevo embarazada, Popea murió a causa de un aborto. La mayoría de historiadores antiguos atribuyen su muerte a una patada que le propinó Nerón en el vientre durante una discusión tras una noche de borrachera, pero en la actualidad se tiende a afirmar que el aborto de Popea se produjo de manera natural. Incluso Tácito expone que el emperador no pretendía hacerle daño pues “de hecho Nerón estaba ansioso de hijos y prendado de amor de su esposa” (Anales, XVI, 6).


Popea (Patricia Laffan) en la película Quo vadis? (1951)

“Ojala muera antes de hacerme vieja”. El deseo de Popea le fue otorgado pues a su muerte contaba sólo con 35 años.
Las manifestaciones de dolor de Nerón, como todo en él, fueron grandiosas. Incapaz de quemar aquuel cuerpo tan amado, la emperatriz fue embalsamada antes de ser sepultada en el Mausoleo de Augusto.
El emperador nunca superó la muerte de Popea aunque volvió a casarse con Estatilia Mesalina. Mujer de gustos afines al emperador, tenía un solo defecto: que  no era Popea. Obsesionado por el recuerdo de su difunta esposa buscó obsesivamente quien pudiera reemplazarla, hasta el punto que se hizo amante de un eunuco, a quien llamaba Esporo. Tal era el parecido de éste con aquella, que lo obligaba a vestirse, peinarse y  maquillarse como la llorada emperatriz.
Físicamente, como hemos referido Popea era una mujer de gran belleza. Según las crónicas su pelo no era ni rubio ni moreno. Nerón lo definió como “del color del ámbar” (Plinio., 18, 50), y su piel blanquísima. Muy creída de sí misma, sin embargo, no era amada por el pueblo que la acusaba de “meretriz arrogante” (Dion Casio, Historia Romana, 125), pues su carácter era soberbio, despótico y no sentía ninguna empatía por los necesitados, en contraposición de su rival Octavia.

3 comentarios:

  1. Ahora casi me dan pena tanto Nerón como Poea. A ver cuánto me dura jajajaja☻

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  2. Si, la verdad que ninguno de los Césares fue muy afortunado en su vida personal. Siendo los dueños del mundo, no pudieron evitar perder lo que más amaban.

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  3. El destino no quería que neron se saliera con la suya

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