miércoles, 15 de diciembre de 2021

La Administración en tiempos de Trajano

 

Busto de Trajano. Siglo II d.C, Roma, Museos Capitolinos


Dos años después de ser nombrado emperador Trajano entró triunfalmente en Roma siendo acogido con gran entusiasmo por todos.

Y durante un año se dedicó a gobernar. Todos coinciden en que Trajano sabía gestionar bien los asuntos públicos, y jamás usó su posición para eludir la ley, a la que reconocía su supremacía absoluta sobre todas las personas, incluido él. De hecho, Trajano ejerció la totalidad de su poder pero en beneficio del pueblo y del Estado, y respetando los valores tradicionales de la cultura romana.

Eliminó los rituales exportados de Oriente, como el besarles los pies o la manos. La maquinaria administrativa heredada era tan sólida que Trajano no tuvo que hacer grandes cambios, siendo su política es conservadora pues creía que el progreso derivaba más de una administración ordenada que de revolucionarias reformas, pero por primera vez se aprecia un gran interés de equilibrar las desigualdades entre Italia y las provincias.

 Concedió al Senado mayor poder, entregándole a muchos senadores el gobierno de las provincias, pero conservó un control muy fuerte sobre ellos pues era él quien tomaba las decisiones pero sopesando los deseos de los senadores y escuchándolos. Muchos de éstos fueron investigados por mal gobierno de las provincias, aunque los juzgaba el propio Senado y las sentencias eran generalmente favorables al acusado. Trajano vigilaba atentamente que  no se cometieran abusos, y conservó los permisos para construir edificios públicos, buscando evitar delitos como la  malversación de fondos, muy habitual durante el Principado de Nerva. Creó un nuevo órgano judicial el Consilium Principis del que formaron parte importantes juristas de la época.


Mercados y Foro de Trajano, Siglo II, Roma 2013

En materia judicial disminuyó los tiempos de los procesos, prohibió las denuncias anónimas así como la condena sin pruebas claras. Aunque sí juzgó a los asesinos de Domiciano, si bien, liberó a muchas de personas encarceladas bajo el Principado de aquel y les devolvió sus propiedades.

En materia económica y social promulgó leyes a favor de la pequeña propiedad campesina al mismo tiempo que favoreció la repoblación de campesinos libres en la península, proporcionando a los colonos los medios para sustentarse y trabajar en el campo; a cambio éstos invertían parte de la cosecha para el pago de la deuda. Este sistema, denominado colonato, necesito del control del Estado para funcionar. Para evitar el declive de la agricultura en Italia impuso a los senadores que invirtieran aquí, como mínimo la tercera parte de sus capitales. Puso límites a la emigración desde la península, para intentar consolidar en Italia la presencia de la clase social empresarial y la mano de obra. Trajano destruyó el registro de impuestos atrasados tanto en Italia como en las provincias y creó una caja de ahorros popular que concedió préstamos a los pequeños campesinos y empresarios romanos, lo que favoreció las primeras cooperativas y asociaciones profesionales.

Con los beneficios de las reformas, el emperador edificó colegios y orfanatos para los hijos ilegítimos y los huérfanos de los soldados garantizándoles un subsidio mensual y una instrucción adecuada. Esto permitió la creación de una clase social hábil y capaz. Las arcas del Estado estaban llenas gracias los botines de guerra para poder afrontar esos gastos.

Trajano llevo a cabo una política constructora equiparable a la realizada por Augusto, dándole un esplendor sin precedentes a la ciudad de mármol modelada por el divino primer emperador. De su mano llegó a Roma el gran Apolodoro de Damasco (supuesto autor del Panteoón de Agripa) para diseñar el Foro de Trajano con la espectacular columna conmemorativa, la basílica Ulpia y los mercados que aún perpetúan la grandeza imperial. También amplió los canales subterráneos de la Cloaca Máxima y amplió el Circo Máximo. Otra de sus grandes obras, que fue en detrimento de una joya de la arquitectura, fueron las Termas de Trajano que se erigieron sobre las Domus Aurea de Nerón. Aprovechando las ruinas de una obra creada para el deleite de una única persona, Trajano levantó otra para el disfrute del Pueblo Romano. También quiso mejorar la vida de súbditos restaurando las principales calzadas que conectaban el Imperio con la capital.


Puente de Alcántara sobre el rio Tajo. Siglo II d.C., Alcántara, Cáceres
Fuente: De Dantla from de.wikipedia - Trabajo propio, GFDL, 


En las provincias también levantó estructuras imponentes como el Puerto de Ostia, el de Ancona o el Arco de Benevento. En Egipto unió el mar Rojo con el Nilo a través de un gran canal. Además, construyó varios puentes, entre los que destaca el del Danubio, el de Alcántara o el de Salamanca en Hispania.