Tiberio resultó
excelente respecto a la gestión financiera, hasta el punto de dejar a su muerte
un gran fondo en las arcas del Tesoro del Estado.
Confió la administración
del patrimonio del Estado a funcionarios particularmente meticulosos cuyos nombramientos eran casi vitalicios. Fue además siempre generoso cuanto tuvo que intervenir
en circunstancias difíciles, como en momentos de carestía de la plebe o cuando
en el 36 donó 100 millones de sestercios para paliar los daños de un incendio en
el Aventino.
Moneda con la efigie de Tiberio
En el año 33, después de
haber iniciado algunos procesos contra la usura, consiguió atenuar una grave
crisis agraria y financiera provocada por una escasez en la circulación
monetaria, instituyendo de su propio patrimonio personal un fondo de préstamo
de otros 100 millones de sestercios, que podían ser devuelto sin intereses durante 3 años siempre que el deudor poseyera
como garantía terrenos de valor doble al de la suma prestada.
Por otro lado y dentro
de lo posible, Tiberio intentó reducir el gasto público destinado a
espectáculos rebajando los sueldos de los actores y disminuyendo el número de
parejas de gladiadores que participaban en los juegos. Estas medidas tampoco le
granjearon las simpatías del pueblo.
Asimismo, redujo del 1%
al 0,5 % las tasas sobre las ventas. De este modo, dejó a su muerte 2.700
millones de sestercios en las arcas del Tesoro. Se opuso firmemente a los
gobernadores provinciales que le sugerían imponer nuevos impuestos diciéndoles “un buen pastor debía esquilar a su rebaño, pero
no desollarlo” (Suetonio. Vida de Tiberio, 32,2).
Supo elegir
administradores competentes y cuidó particularmente el gobierno de las
provincias. Los gobernadores que habían realizado una óptima labor y que se
habían distinguido por su honestidad podían recibir prórrogas de su mandato.
Tácito apunta que con esta actuación Tiberio pretendía quitarse preocupaciones
en las provincias al mismo tiempo que evitaba que más personas pudieran
disfrutar de los beneficios al obtener una nueva provincia.
Tramo de la Via de la Plata en Hispania
Tiberio evitó la
creación de nuevas tasas en las provincias y como consecuencia, el peligro de
revueltas. Hizo además construir nuevas calzadas en África, en el noroeste de
Hispania, en Dalmacia y Moesia, llegando hasta el Danubio. Otras en cambio las
reparó como en la Galia Narbonense.
¿Dónde estaba "el banco" o casa donde se almacenaba el dinero? Si era de su bolsillo lo guardaría en su caso pero el dinero de las arcas públicas ¿dónde lo custodiaban?
ResponderEliminarEl Erario del pueblo romano siempre ha sido el Templo de Saturno. Seguro que lo has fotografiado pues sus maravillosas ruinas son unas de las que definen el perfil del Foro Romano. https://es.wikipedia.org/wiki/Templo_de_Saturno
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