Fuente: By Heiko Trurnit - Own work, CC BY-SA 2.5,
Realizado en la misma
piedra que el famoso arco dedicado a Augusto (piedra Istria) sigue la misma
línea de austeridad de aquel, completando un sobrio pero magnífico conjunto
arquitectónico.
El puente consta de
cinco arcos de medio punto de diferente tamaño a medida que se acercan al eje
central. Los seis pilares de sostén son oblicuos respecto al eje del puente
para favorecer a las corrientes del río. La solidez del puente está asegurada
por la peculiar construcción de los pilares concebidos como una única pieza sin
estar divididos los unos de los otros.
Fue el único puente que
permaneció en pie sobre el río Marecchia durante la Segunda Guerra Mundial pues
el contingente alemán fue incapaz de demolerlo, a pesar de que intentaron
dinamitarlo. El estado de conservación del monumento es óptimo. Su gran solidez
creó la leyenda en torno a él de haber sido construido por el diablo, al igual
que ocurre en otros lugares con obras perfectamente conservadas. Dice la
leyenda: “Tiberio necesitó siete años
para llevar a buen término la construcción del puente de Rímini, iniciada por
el padre. Durante estos años, resultó muy difícil continuar las obras. Los
trabajos fueron ralentizados porque cada vez que se construía un nuevo tramo
del puente éste se venía abajo o no salía bien. Parecía una obra edilicia
destinada a no ver jamás la luz y a minar la gloria del emperador por lo que
éste después de haber rogado en vano a
todos los dioses jugó la última carta que le quedaba invocando al único ser
sobrenatural que podía tenderle una mano. Tiberio apeló al diablo y, rogándole
ayuda, hizo con el señor de la oscuridad el siguiente pacto: el diablo
construiría el puente pero a cambio se haría con el alma del primero que lo atravesara.
A Tiberio no le quedó otra alternativa que aceptar y el diablo se puso rápido
manos a la obra. El puente fue construido durante una noche: bello, sólido e imponente
se erguía esperando al que lo atravesara. Cuando llegó el momento de la inauguración
y el cortejo oficial estaba preparado para desfilar por él, el emperador ideó la
manera de librarse del incomodo pacto con el diablo. Tiberio ordenó que como víctima
propiciatoria antes que nadie debía pasar sobre el nuevo puente un perro. Así
se hizo por lo que el diablo que esperaba su alma al otro lado del puente, permaneció
con las manos vacías. Satanas, lleno de cólera por haber sido engañado tan
burdamente, decidió vengarse tirando abajo el puente de Tiberio. Al instante,
comenzó a propinar numerosas patadas con ira sobre las piedras por él
levantadas, pero no consiguió echarlas abajo. Lo había construido
indestructible y ni siquiera él podía destruirlo”. Para recordar este
episodio se conservan algunas huellas caprinas sobre una de las grandes piedras
del inicio del puente del lado que mira a la ciudad. Aún hoy soporta todo el
tráfico de Rímini.
Reconstrucción del Puente por Andrea Palladio. Siglo XVI
Fuente: De Andrea Palladio - Collection, Dominio público, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=39460259
Esta obra fue estudiada
y admirada por grandes arquitectows como Giovanni Bellini, Andrea Palladio y
Antonio da Sangallo.
Muy interesante tu blog y lo dice alguien que vive en una de sus ¨colonias¨. Saludos.
ResponderEliminarMuchas gracias! Si no es indiscreción ¿en cual de ellas? Yo por cercanía a la que estoy más unida es a Emerita Augusta. Un saludo
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