Inmediatamente después
de su adopción, Tiberio partió hacia Germania
donde la conquista había quedado parada desde los tiempos de su hermano
Druso, pues los generales que le sucedieron no fueron capaces de expandir la
influencia romana en la zona. Por otro lado, el flamante hijo del emperador
anhelaba recuperar el favor de las tropas después de tantos años de ausencia.
Tiberio con armadura militar. Siglo I d.C. Nápoles. Museo Archeologico Nazionale
Fotografía de Bill Storage y Laura Maish
Durante los años 4 y 5
d.C. tras varias acciones militares, Tiberio ocupó de manera permanente todos
los territorios del área septentrional y central entre los ríos Rin y Elba.
Consiguió además devolver bajo dominio romano a los queruscos que se habían
independizado en el período precedente.
Junto al legado Cayo Sentio
Saturnino, el general decidió seguir avanzando con la intención de superar el
río Weser. Al mismo tiempo, organizó una gran ofensiva para someter a los lombardos
y a los cimbros (entre otros) que fueron obligados a rendirse al poder de Roma.
Mapa de las
conquistas germanas de Tiberio de los años 4-6 d.C.
Di Cristiano64 -
Opera propria, CC BY-SA 3.0, $3
El plan era culminar la
conquista de la zona meridional venciendo a los temibles marcomanos y así gozar
de una frontera segura (desde el Mar del Norte hasta el Mar Negro) para lo que Tiberio
había previsto un gran ataque sincronizado en forma de pinza. El ejército del
Rin debía avanzar desde el río Meno hasta Nuremberg y el del Ilírico con
Tiberio a la cabeza. Sin embargo, cuando ambos ejércitos estaban cerca el uno
del otro, el estallido de una revuelta en Dalmacia y Panonia le llevó a firmar
precipitadamente un tratado de paz con Marabodo, lider de los marcomanos antes
de partir velozmente hacia Iliria donde
permaneció tres años.
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