Augusto de Prima Porta. Siglo I d. C.. Museos Vaticanos. Roma 2005
Uno de los principales
objetivos de Augusto en Oriente (además de consolidar las fronteras) era llegar
a un acuerdo con el rey Fraates IV de Partia con la finalidad de recuperar las
Águilas arrebatadas a Marco Licinio Craso, a Marco Antonio y durante la invasión
de las provincias romanas de los años 41-40 a .C. Lás
águilas eran la más importante insignia de las legiones romanas.
Águilas romanas en un relieve del Arco de Constantino. 312-315 d.C. Roma
Para llegar a un
acuerdo el Príncipe utilizó la baza del hijo del rey que estaba de rehén en
Roma, entregado por un opositor al trono parto y reclamado por su padre. Del
mismo modo inició una campaña en Armenia para derrocar a un rey antiromano,
Artaxias II, y nombrar a uno afín con el objetivo de rodear y así presionar a los partos, Para dirigir el ejército nombró general a su
hijastro Tiberio, que entonces tenía 21 años, que no tuvo que plantear combate
pues los mismos armenios derrocaron a su rey. El sucesor fue coronado por el
hijo de Livia.
Esta situación y la
devolución del hijo de Fraaetes a Partia propiciaron que el soberano entregara
los estandartes y los prisioneros que aún estaban en su poder, pues ninguno de
los dos bandos deseaba un enfrentamiento directo: Roma porque se encontraba ya
dominada por su política de pacificación y consolidación del Imperio y no
quería correr riesgos; Partia porque tenia otros frentes abiertos en
territorios limítrofes y una nobleza rebelde en contra.
Fraates IV entrega las águilas probablemente la diosa Roma acompañada de la loba en un detalle de la coraza del Augusto de Prima Porta. Roma 2011
El retorno de las
águilas fue uno de los logros más ensalzados del Principado pues por un lado
mostraba los frutos de la proclamada Pax
Augusta y por otro se reconocía la superioridad de Roma ya que el rey parto
dio mucho más de lo que recibió. El acontecimiento fue difundido a través de
las imágenes como ningún otro antes; la representación más famosa del mismo
quedó grabada para la posteridad en la coraza de la escultura más famosa de Augusto. También se acuñaron monedas que recogían el regreso de tan sagradas insignias
al mismo tiempo que el Senado concedió al emperador el derecho de construcción
de un nuevo arco del triunfo. Parece ser que Augusto prefirió modificar el que
ya se alzaba en su honor junto al templo del divino Julio añadiendo motivos de la vuelta de las
águilas, por ejemplo como una escultura colosal suya guiando una cuadriga
seguido por la Victoria
junto a unos partos devolviendo los estandartes.
Arco de Augusto en una moneda romana
No sólo esto, Augusto
rechazó casi todos los numerosos honores que le concedieron, incluido un
triunfo que quedó recogido en las monedas acuñadas antes de conocerse el
rechazo del mismo por parte del emperador. Agradecía todos los nuevos honores
que le llovieron por la hazaña pero su modestia le impedía desear más pues ya era suficientemente poderoso y respetado.
Las águilas fueron depositadas en el templo de Marte Vengador en el
grandioso Foro de Augusto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario