A pesar de la imagen
sumamente negativa con la que Nerón ha pasado a la posteridad, su Principado se
caracterizó por un período de prosperidad y paz, considerado por algunos
autores como uno de los más atractivos de la Antigüedad. Muchos coinciden que
la personalidad y el carisma de Nerón fueron elementos decisivos para ello. Los
historiadores de la época, entre ellos Plutarco valoraron positivamente su obra
mientras que Otón y Vitelio (emperadores tras la muerte de Galba) intentaron
revalorizar su figura e imitarla. Fue la dinastía Flavia en su intento de
rivalizar con la dinastía precedente las que inició el descrédito del último
representante de aquella.
Denario con la efigie de Nerón
La principal
característica del Principado de Nerón fue el intento de instaurar una
monarquía absoluta basada en las monarquías orientales y helenísticas que
identificaba al César con los dioses. No obstante, la idea no es nueva, pues la
misma dinastía Julio Claudia se jactaba de descender del troyano Eneas y de la
diosa Venus, acentuando un origen heroico y divino. Así, la cultura, la lengua,
las costumbres e incluso la religión greco oriental estaban cada vez más
presentes de Roma. Nerón llevo estas manifestaciones a su máximo esplendor
orientándolas fundamentalmente hacia los espectáculos públicos en una doble
vertiente: reforma estética y atracción de las masas populares.
A pesar de ello no hubo
grandes programas innovadores en la administración. Sin embargo, cuando se
necesitó incrementar las arcas del Estado se tomaron principalmente dos medidas
de gran alcance: la apropiación de la fortuna de senadores ricos condenados por
lesa majestad y la reforma monetaria. La primera medida comenzó a llevarse a
cabo principalmente a partir de la Conjura de Pisón y contra los participantes
de las sucesivas conspiraciones contra el emperador.
En los inicios de su
gobierno se intentaron suprimir algunos impuestos indirectos como el del peaje,
pero al afectar a los intereses de muchos caballeros volvieron a instaurarse.
No obstante, tras el incendio del año 64 d.C. se llevó a cabo una reforma
monetaria. Se modificó el valor de las diferentes monedas, por ejemplo, la
moneda de oro o aureus que
correspondía a 1/40 de libra pasó a tener 1/45. Esto se resume en que un
antiguo áureo de 7,70 gramos tenía un valor de 25 denarios de 3,70 gramos
mientras que uno de los nuevos equivalía a 25 denarios de 3,25 gramos. Estas
medidas beneficiaron, además de al Estado, a los medianos propietarios.
En cuanto a la política
exterior, en general no hubo conflictos de gran envergadura durante este
período salvo un intento de rebelión en Britania y algunos conflictos en
Partia. Ambos se resolvieron eficazmente. A su vez, el reino del Bósforo fue
anexionado a Roma. Por ello, para la vigilancia del comercio entre las orillas
del Mar Negro y el Mediterráneo se creó una flota de 40 naves, la classis Pontica, cuya finalidad era
defender las naves comerciales del ataque de piratas.
Vespasiano. Siglo I d.C. Museo Pushkin. San Petesburgo
Fuente: De shakko - Trabajo propio, CC BY-SA 3.0,
https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=3244629
Mayores conflictos
tuvieron con los judíos pues en el año 61 la guarnición romana en Judea fue aniquilada.
El año 66 fueron confiscados por Roma los tesoros del templo y la rebelión se
extendió por todos los territorios de Judea.
Nerón puso al frente de un gran ejército que restableciera la paz en la
zona al que sería emperador años después: Tito Flavio Vespasiano que poco a
poco fue eliminado los focos de resistencia. Pero sólo su hijo Tito concluyó su
obra con la toma y destrucción de Jerusalén llevada a cabo en el año 70 d.C.
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