Posible retrato de Popea Sabina. Siglo I d.C. París. Museo del Louvre
Fuente: De Desconocido - Marie-Lan Nguyen (2007), Dominio público, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=2201731
Popea nació
aproximadamente en el 30 d.C. (era 7 años mayor que Nerón), siendo hija de
Popea Sabina la mayor y del pretor Tito Olio. Su madre, mujer de renombrada
belleza, se quitó la vida al verse acusada de adulterio por parte de la
emperatriz Mesalina. Aunque su familia no era de origen noble, era nieta de un
cónsul.
Popea heredó de su madre
su legendaria belleza; además era una mujer refinada, elegante y, por encima de
todo, de gran inteligencia. Casada en primeras nupcias con Rufrio Crispino (con
quien tuvo un hijo del mismo nombre), contrajo matrimonio nuevamente con Marco
Salvio Otón, amigo íntimo de Nerón. Por mediación de él se conocieron Popea y
el emperador. Los comienzos de su relación fue todo un escándalo pues en las
calles de Roma se debatía si Nerón había arrebatado la mujer a Otón o si éste
la había utilizado para ganar influencias con el emperador. Yo me decanto por
la primera opción pues poco tiempo después Otón fue enviado a Lusitania como
gobernador.
Moneda con las efigies de Nerón y Popea
Fuente: De Classical Numismatic Group, Inc. http://www.cngcoins.com, CC BY-SA 3.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=2192239
Así, Popea se convirtió
en la amante oficial de Nerón, que fiel a su carácter no intentó en ningún
momento guardar las apariencias. Mucho menos en esta etapa de su vida en que
Agripina y sus consejeros habían perdido casi toda la influencia sobre él.
Desaparecidos éstos, nadie le impidió acabar con la vida de su esposa Octavia y
contraer matrimonio con la mujer de la que estaba locamente enamorado: Popea
Sabina.
Roma tenía una nueva
emperatriz, que brillaba mucho más que cualquiera de las anteriores, pues
Popea, como su marido, huía de la discreción. Amaba tanto la belleza como temía
el deterioro que el paso de los años pudiera provocar en ella. Se bañaba en
leche de asna para favorecer la blancura y tersura de su piel (haciendo
realidad lo que se decía sobre Cleopatra) e incluso dio nombre a líneas enteras
de tratamientos de belleza. “Ojala muera
antes de hacerme vieja” exclamó en una ocasión que se vio poco favorecida (Dion
Casio, Historia romana, 62, 28, 1).
Mucho han hablado los
historiadores antiguos sobre el papel de Popea en los asesinatos de sus
principales rivales femeninas, Agripina y Octavia. No obstante, como ya apunté
con anterioridad, la fiabilidad de éstos es a veces dudosa, pues en numerosas ocasiones
han exagerado el papel maligno de mujeres poderosas como Livia, Cleopatra o
Mesalina. Si tanto odio sentía Popea por todas sus rivales femeninas ¿por qué
no mandó asesinar a Acté?. La antigua amante del emperador se había convertido
en una mujer poderosa y seguía compartiendo con él tiernos sentimientos. Su fidelidad
quedó patente incluso tras la muerte de Nerón. No obstante, no se puede negar
que Popea ejercía cierta influencia sobre el amo del mundo y que como sus
predecesoras en ocasiones abusó de su poder.
Posible retrato de Popea Sabina. Siglo I d.C. Museo de las Termas, Roma 2018
Nombrada Augusta desde
su matrimonio (algo que Livia consiguió sólo al final de su vida), la nueva
emperatriz participaba en asuntos de gobierno. Es notable el gran interés que
Popea sentía por la religión judía intentando favorecerla siempre que tenía
ocasión (algo que también han aprovechado para acusarla de ser la primera
interesada en culpar a los cristianos de provocar el incendio de Roma).
En el año 63 Popea dio a
Nerón una hija, Claudia, que murió a los 4 meses habiendo sido nombrada Augusta
también. El Príncipe mostró tan gran entusiasmo con el nacimiento como dolor
extremo con el fallecimiento de la pequeña. Dos años después, de nuevo
embarazada, Popea murió a causa de un aborto. La mayoría de historiadores
antiguos atribuyen su muerte a una patada que le propinó Nerón en el vientre
durante una discusión tras una noche de borrachera, pero en la actualidad se
tiende a afirmar que el aborto de Popea se produjo de manera natural. Incluso
Tácito expone que el emperador no pretendía hacerle daño pues “de hecho Nerón estaba ansioso de hijos y
prendado de amor de su esposa” (Anales,
XVI, 6).
Popea (Patricia Laffan) en la película Quo vadis? (1951)
Fuente: http://imperioromanodexaviervalderas.blogspot.com/2014/08/popea-sabina-seduce-al-tribuno-marco.html
“Ojala muera antes de hacerme vieja”. El deseo de Popea le fue
otorgado pues a su muerte contaba sólo con 35 años.
Las manifestaciones de
dolor de Nerón, como todo en él, fueron grandiosas. Incapaz de quemar aquuel cuerpo
tan amado, la emperatriz fue embalsamada antes de ser sepultada en el Mausoleo
de Augusto.
El emperador nunca
superó la muerte de Popea aunque volvió a casarse con Estatilia Mesalina. Mujer
de gustos afines al emperador, tenía un solo defecto: que no era Popea. Obsesionado por el recuerdo de
su difunta esposa buscó obsesivamente quien pudiera reemplazarla, hasta el
punto que se hizo amante de un eunuco, a quien llamaba Esporo. Tal era el
parecido de éste con aquella, que lo obligaba a vestirse, peinarse y maquillarse como la llorada emperatriz.
Físicamente, como hemos
referido Popea era una mujer de gran belleza. Según las crónicas su pelo no era
ni rubio ni moreno. Nerón lo definió como “del
color del ámbar” (Plinio., 18, 50), y su piel blanquísima. Muy creída de sí
misma, sin embargo, no era amada por el pueblo que la acusaba de “meretriz arrogante” (Dion Casio, Historia Romana, 125), pues su carácter
era soberbio, despótico y no sentía ninguna empatía por los necesitados, en
contraposición de su rival Octavia.
Ahora casi me dan pena tanto Nerón como Poea. A ver cuánto me dura jajajaja☻
ResponderEliminarSi, la verdad que ninguno de los Césares fue muy afortunado en su vida personal. Siendo los dueños del mundo, no pudieron evitar perder lo que más amaban.
ResponderEliminarEl destino no quería que neron se saliera con la suya
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