Nerón. Siglo I d.C. Roma. Museos Capitolinos
El año 62 d.C. Nerón
estaba preparado para cortar con los vínculos que le unían a los primeros años
de su principado, así que progresivamente desaparecieron de su vida Burro y
Séneca. Sin la influencia de ellos, nadie le impidió divorciarse de su esposa Octavia,
por la que sentía una aversión absoluta y profunda indiferencia.
El primero en
desaparecer de su vida fue el prefecto del Pretorio, Sexto Afranio Burro.
Ascendido por Agripina durante el Principado de Claudio ostentó un gran poder
pero no pudo impedir su asesinato. Junto con Séneca, dio estabilidad a los
primeros años de gobierno de Nerón, sin embargo, a medida que el joven se
volvía más independiente fue perdiendo influencia sobre él. En el año 62 murió
probablemente de enfermedad. Nerón lo reemplazó por un hombre muy diferente,
ambicioso y sin escrúpulos: Ofonio Tigelino. Consciente del carácter de éste,
Nerón dividió el mando nombrando a un segundo Prefecto del Pretorio, Fenio
Rufo.
Supuesto retrato de Séneca. Siglo I d.C. Museo de las Termas. Roma 2011
Por esa misma época, se
unieron al círculo de Nerón otros personajes arribistas y aduladores como
Vitelio (que tras la muerte de Nerón llego a ser emperador) y Cayo Petronio,
(autor de El Satiricón y también conocido como Árbitro de la elegancia por ser
el encargado de organizar muchos de los espectáculos que se organizaron en el
palacio imperial). Séneca cada vez más aislado y horrorizado ante la conducta
del emperador le solicitó poder retirarse de la vida pública al mismo tiempo
que le ofrecía toda su fortuna. La eliminación de dos senadores descendientes
de Augusto y la condena al exilio por maiestas
de otro (por primera vez bajo Nerón) precipitaron su decisión. En su retiro
mostró a través de sus escritos las sensaciones pesimistas que tenía sobre la ruina del
mundo. En este contexto hay que entender la frustración de Séneca ante su aislamiento.
Desaparecidos los dos antiguos
consejeros, nadie ni nada impedía ya a Nerón actuar bajo su propia voluntad,
acertada a veces, escandalosa otras. El primer acto que cometió fue algo que
largamente le desaconsejaban tanto Burro como Séneca: el divorcio de Octavia y
su posterior asesinato.