Moneda con Claudio y Nerón
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Aunque ya he ido
esbozando en artículos anteriores a que se debió la preferencia de Claudio por
Nerón a la hora de elegir un heredero, quiero analizar más pormenorizadamente
la relación entre ambos y los motivos que llevaron a Nerón a sentarse en el
trono imperial.
Lo primero, resaltar que
de las fuentes no se extrae que existiera un verdadero afecto entre el viejo
emperador y su sobrino nieto. Este hecho contrasta con el gran cariño que,
según estos mismos documentos, se profesaban César y Augusto o éste último y su
íntimo amigo Agripa, su sobrino Marcelo o sus nietos Cayo y Lucio. No obstante,
sí nos dejan constancia en varias ocasiones del afecto que Claudio sentía por
su hijo Británico, como aquella vez en la que narra Suetonio el acercamiento del
emperador a su hijo, tras haberlo tenido apartado “al salirle al encuentro Británico, le abrazó estrechamente
y le exhortó a crecer con la promesa de rendirle cuenta de todos sus actos,
prosiguiendo, además, en griego: el que te ha herido, te curará” (Vida de Claudio, 43).
Nerón. Siglo I d.C. Museo de las Termas. Roma 2018
Entonces, ¿por qué
Claudio desde su matrimonio con Agripina favoreció al hijo de ésta en
detrimento de su propia progenie?. En general, los historiadores atribuyen a la
debilidad de Claudio en sus relaciones sentimentales que éste se sometiera a
los deseos de su esposa. Sin embargo, la historiografía actual apuesta más por
el hecho de que Claudio, sintiéndose enfermo y mayor, presentía su muerte
cercana; en cierto modo consideró que los casi 4 años que Nerón llevaba a
Británico suponían a determinada edad, la diferencia entre un adulto y un niño.
Así, el miedo a que al ser su heredero un niño pequeño diera lugar a nuevas guerras
civiles le hicieron preferir apostar sobre Nerón. Lo adoptó, le dio
preeminencia en los actos públicos y, por último, permitió su matrimonio con su
hija Octavia, pero no dudó en volver a replantearse todo cuando Británico
cumplió 13 años, sin embargo ya era demasiado tarde. Agripina había llegado
demasiado lejos para ver que todo el trabajo de su vida se desmoronaba.
De todos modos opino que
si Claudio hubiera optado desde el primer momento por Británico las cosas no
hubieran sido diferentes, ya que Agripina se había rodeado de un grupo de adeptos
que controlaban el Senado y la guardia pretoriana. Además, Nerón era el nieto
de Germánico, por lo que Británico lo hubiera tenido difícil de todas maneras.
Por su parte, Nerón
tampoco manifiesta en ningún momento afecto por su padrastro pues aunque ordenó
un gran funeral de Estado y su deificación, lo hizo más por su propio beneficio
de ser considerado hijo de un dios. En ningún momento tomó ninguna
determinación para castigar a Séneca por la obra sarcástica que publicó sobre
ese hecho: La calabacificación del divino
Claudio.
Según Tácito, Nerón odiaba a Octavia porque le recordaba a Claudio, lo que da mucho que decir sobre la relación entre ellos
ResponderEliminarPuede ser. Como indico en el artículo no había afecto ninguno entre ellos. Saludos
ResponderEliminarBueno,según mi opinión, si Claudio hubiese optado por Británico en primer lugar creo que sí hubiera habido un cambio sustancial, ya que el pueblo romano se notaba su preferencia por el hijo natural de Claudio y las legiones también lo eran por la conquista de Britania, además el Senado ya estaba descontento con la casa de Germánico por lo ocurrido con Calígula.
ResponderEliminarHay cosas que nunca sabremos como hubieran sido. En el caso de Germánico, Roma siempre lo amó, aunque nadie se explica cómo de alguien tan noble pudo salir semejante descendencia. Británico también era familia de Germánico, era su sobrino. Un saludo
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