Las fuentes discrepan si
Tiberio sintió o no la pérdida de su hijo Druso. Suetonio afirma que “no amó con cariño de padre a ninguno de sus
hijos, no ya al adoptivo Germánico, sino tampoco a su hijo legítimo, Druso,
cuyos vicios le exasperaban […]. Y así, ni siquiera su muerte le afectó lo más
mínimo, sino que casi inmediatamente después de los funerales, volvió a sus
obligaciones habituales prohibiendo prolongar el duelo. Mas aún cuando unos
embajadores ilienses le presentaron sus condolencias con un poco de retraso,
les contentó en tono de broma, como si el dolor se le hubiera borrado ya de la
memoria, que él también les daba el pésame por la pérdida de un conciudadano
tan ilustre como Héctor” (Vida de
Tiberio. Libro III, 52, 1-2). Tácito sigue esta misma línea pero matiza que
Tiberio tomó esta actitud porque volcarse en el trabajo le ayudaría a
superar su pérdida (Anales. Libro IV,
8,3).
Lo cierto es que en esta
época, se empieza a evidenciar una alarmante
dejadez de los asuntos de gobierno por parte del emperador, quien cada vez
con más frecuencia los delegaba en el prefecto del pretorio, Lucio Elio Sejano. Tres años
antes que su hijo (en el año 20) había muerto Vipsania, su primera
esposa y gran amor de su vida, a la que nunca olvidó y que de alguna manera
lo ataba a Roma. Ahora, desaparecido también Druso, salvo su madre Livia con las que
las relaciones eran casi inexistentes en estas fechas, no le quedaba ningún fuerte
vínculo que le obligara a permanecer en Roma por lo que el emperador comenzó a
pasar largas temporadas en sus suntuosas villas en el sur de Italia, entre las
que destacaba por su belleza y por su simbiosis perfecta entre la arquitectura
y la naturaleza, la de Sperlonga, elegida en esta época por Tiberio por delante
de la más conocida Villa Jovis en Capri.
Gruta en la Villa de Tiberio en Sperlonga
Restos de la Villa de Tiberio en Sperlonga
La villa, comenzada
a excavar en 1957, tenía una longitud de
más de 300 metros. Sus restos revelan que era un lugar fuera de lo normal pues
en él se unen arquitectura y naturaleza, mar y tierra, espectáculos y cultos.
Se constituye de varios edificios dispuestos
en forma de terrazas orientadas hacia el mar. Las primeras estructuras están
datadas en época republicana y quizás pertenecieron al abuelo materno de Livia.
La casa propiamente
dicha se divide en varios ambientes articulados en torno a un patio porticado,
entre los cuales se reconocen habitaciones para el servicio, una caldera y un
horno para preparar pan. El esquema general del edificio es el de una construcción circular en una
zona unida a una cuadrangular de la misma anchura. Este tipo de planta ya fue
usado en el teatro de Pompeyo e imitado por
Adriano en su villa de Tivoli en siglo II d.C.
Planimetría de
la Villa de Tiberio en Sperlonga.
A principios del siglo I
d.C., se le añade un largo pórtico de dos naves y una gruta natural que surge
junto a la villa y que fue enmarcada en un proyecto arquitectónico como ingreso
monumental a la misma. Para ello se hicieron intervenciones en los muros y se
colocaron esculturas de gran valor artístico inspiradas en las hazañas de
Ulises y mosaicos con téseras de cristal. En el fragmento de una inscripción
aparecen los nombres de Agesandro, Atenodoro y Polidoro los escultores del
famoso Laooconte, por lo que las piezas deben ser copias de bronces griegos, aunque no está acreditada la autoría de todas. En el
interior de la gruta se sitúa una gran piscina circular unida a otras externas
con diferentes sistemas.
Gruta en la Villa de Tiberio en Sperlonga
Cabeza de Ulises. Siglo I d.C. Sperlonga. Museo Archeologico Nazionale
La cavidad principal, de
22 metros de diámetro, está tallada en la misma roca. Un islote central acogía
el grupo de Escila mientras que a ella se abrían dos ambientes menores: a la
izquierda una estancia circular que albergaba al fondo un triclinio y a la
derecha un ninfeo con cascadas y juegos de agua en cuyo fondo se abría un nicho
decorado con el grupo escultórico de Polifemo. Asientos tallados en la piedra
destinados a los espectadores se distribuían a ambos lados. El estanque central
está cubierto por una bóveda rocosa que el arquitecto ha dejado al natural.
Interior de la
Gruta
Grupo de Escila. Siglo I d.C. Sperlonga. Museo Archeologico Nazionale
Reconstrucción del grupo de Escila. Siglo I d.C. Sperlonga. Museo Archeologico Nazionale
Reconstrucción del grupo de Polifemo. Siglo I d.C. Sperlonga. Museo Archeologico Nazionale
Entre la piscina circular y la rectangular se
colocaron grupos escultóricos más pequeños: el rapto del Palladión o el grupo
de Ulises que transporta el cuerpo de Aquiles. Una escultura de Ganimedes
secuestrado por el águila de Júpiter estaba colocada en alto sobre la apertura
de la gruta.
Reconstrucción
de la Gruta con la decoración escultórica
Fuente: http://villaditiberio.altervista.org/
Ganímedes secuestrado por el águila. Siglo I d.C. Sperlonga. Museo Archeologico Nazionale
La gruta comunica con
una piscina rectangular de 30 metros de largo de agua marina, en cuyo centro se
levantó una isla artificial de 16x8 metros compuesta de dos partes: del lado de
la gruta, un islote cuadrado, rodeado por un pórtico de columnas, que alojaba
el triclinio del emperador sobre un pequeño lago; del otro lado encontramos
cuatro estanques del mismo tamaño en los que seguramente habría peces.
La gran piscina marina
Vista panorámica del entorno en el que se abre la gruta
Todas estas
instalaciones constituyen un fantástico centro de ritual al que acudían
emperador y su corte. Para que los espectáculos estuvieran a la altura
probablemente se usarían máquinas que permitieran crear apariciones, antorchas,
nieblas artificiales, música y sonidos especiales, representando la victoria de
Ulises sobre su entorno asociado a la figura del emperador.
También se utilizaba
este lugar único para la predicción del futuro, materia a la que Tiberio era muy
aficionado. Por este motivo, los cuatro estanques con peces servían para la ictomancia o la adivinación por medio
del color, los movimientos y velocidad de los peces. Estas prácticas tuvieron
gran apogeo en la antigua Roma al igual que la astrología, el estudio de los
vuelos de los pájaros o la realizada por los augures al analizar las vísceras
de los animales sacrificados.
Tiberio abandonó la
villa de Sperlonga en el año 26 pues una grieta en la bóveda natural de la
gruta ocasionó un desprendimiento que acabó con la vida de varios de sus
invitados. A él le salvó la vida Sejano, lo que acrecentó su confianza ciega
en el prefecto del pretorio.“Quiso la suerte que por aquellos
días un peligro que amenazó al César aumentara los rumores vanos y le
proporcionara a él motivo para fiarse más de la amistad y lealtad de Sejano.
Estaban comiendo en una villa que se llama Spelunca (actual Sperlonga), entre
el mar de Amiclas y los montes de Fondi, en una caverna natural. Las rocas de
su entrada se derrumbaron de repente aplastando a varios de sus servidores.
Cundió el miedo entre todos, y los que asistían al banquete se dieron a la
fuga. Sejano, cubriendo al César con sus rodillas, rostro y manos, se opuso a
las piedras que caían, y en tal actitud fue hallado por los soldados que habían
llegado a prestar ayuda. Se hizo más poderoso con ello, y aunque diera consejos
perniciosos, era escuchado con confianza, en la idea que no le inquietaban sus
propios intereses” (Tácito. Anales.
Libro IV, 59, 1-2).
El
caso de la gruta de Sperlonga no es único pues se tiene constancia que con
posterioridad Claudio, Nerón y Domiciano construyeron otras similares.
Hola Carmen:
ResponderEliminarQué interesante esta villa del emperador Tiberio junto al mar. Ahora seguro que está llena de bañistas en verano y turistas todo el año. La apunto en mi lita de deseos por si alguna vez me acerco por allí.☺
La verdad que yo también desconocía la existencia de esta maravillosa villa. Lo has clavado, Sperlonga en la actualidad es un sitio muy transitado en verano pero, como tú, la he anotado en mi lista de futuras excursiones desde Roma porque me ha resultado un lugar precioso. Un saludo
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