Imperio romano en tiempos de Augusto. 30 a.C. 6 d.C.
Como ya hemos indicado el poder de
Augusto se cimentaba sobre todo en el control de ejército por lo que las
primeras medidas de su gobierno fueron encaminadas a una reorganización de las
fuerzas militares. Para ello, redujo las 60 legiones que existían en el 31 a .C. a 28, que aglomeraban
a unos 150.000 hombres, todos ciudadanos romanos dando lugar a un ejército
profesional romano, en el que los soldados se alistaban voluntariamente.
Complementó estas legiones con el mismo número de tropas auxiliares, no ya de
ciudadanos romanos, sino reclutados en todos los dominios bajo su mando que
solían prestar servicio en las cercanías de su lugar de origen, por lo que las
provincias podían intervenir en su propia defensa sintiéndose parte del Imperio
y no territorio sometido. Al mismo tiempo creó dos flotas permanentes.
Para pagar al ejército
Augusto estableció el aerarium militare, donando 170 millones de
sestercios con el que se remuneraba tanto a los soldados activos como a los
retirados; en esto de alguna forma el Príncipe fue un precursor de las
pensiones. Asimismo, a los veteranos les regaló tierras dando lugar a la
creación incluso de colonias para establecerlos como es el caso de Mérida
(Emerita Augusta).
Guardia pretoriana. Relieves del arco de Claudio. Siglo I d.C. París. Museo del Louvre
En el 27 a .C. creó la Guardia Pretoriana
que en origen era su guardia personal en el campo de batalla y que evolucionó
hacia Guardia Imperial con un gran peso político pues alcanzó tal poder que
podían nombrar y deponer emperadores. En principio se crearon 9 cohortes, cada
una de ellas con unos 480 hombres más 100 jinetes. Su sueldo era más elevado
que el de otros legionarios (a comienzos de la era imperial un pretoriano
cobraba 3.000 sestercios frente a los 900 que ganaba un legionario). Esta
guardia estaba al mando de dos prefectos de pretorio, que debían ser militares
experimentados pertenecientes al orden de los caballeros.
Además, Augusto instauró un cuerpo
de bomberos institucionalizado formado por un contingente humano que oscilaba
entre los 500 y 1000 hombres que repartidos en 7 unidades cubrían los diferentes
sectores en la ciudad. También introdujo tres cohortes urbanas para la defensa
de la ciudad. Nombró a un Praefectus
vigilum al mando directo de los cuerpos de vigilancia y antiincendios de
Roma.
Cuartel de los cuerpos de vigilancia. Ostia Antica. 2013
Fundó también un
sistema oficial de correos con el establecimiento
de una serie de postas gestionadas por el Praefectus vehiculorum. La
mejora y ampliación de la red viaria facilitó la comunicación entre los
ciudadanos del Imperio y una gran movilidad del ejército.
Por otro lado, Augusto redujo
el número de senadores de 1000
a 800 en una primera restructuración que hizo de la institución en el 28 a .C. En posteriores purgas
en 18 y 11 a .C,
consiguió reducir el número a 300; estas medidas le valieron gran
animadversión.
Foro romano. Al fondo la Curia Julia. Roma 2013
Sin embargo, comprometido con los
más desfavorecidos, en 29 a .C.,
el Príncipe pagó 400 sestercios por persona a un total de 250.000 ciudadanos.
Las Reformas económicas
tuvieron un gran impacto sobre el éxito posterior del Imperio. Abolió los
antiguos impuestos el stipendium
(contribución fija y arbitraria), el diezmo y derechos de pastoreo. Hizo que
una gran parte del terreno del Imperio romano pasase a estar bajo control e
imposición directa de Roma. La medida aumentó considerablemente los ingresos
que Roma percibía de los territorios conquistados regularizando el flujo entre
Roma y las provincias. Los impuestos en época de Augusto iban en función del
censo de población, con cuotas fijas para cada provincia dependiendo del número
de habitantes. Los ciudadanos de Roma e Italia pagaban impuestos indirectos,
mientras que las provincias pagaban impuestos directos. Había dos impuestos: el
tributum capitis (pagado en algunas
provincias por todos los adultos, y otras sólo por los varones) y el tributus soli (impuesto sobre las
tierras y otros bienes materiales).
Augusto como magistrado. Siglo I d.C. París. Museo del Louvre
Otra reforma importante
fue la abolición del sistema privado de recolección de impuestos que ejercían
los publicanos (contratistas privados que habían llegado a acumular suficiente
poder para influir en política) que sería reemplazado por un sistema público de
carácter funcionarial de recaudadores de impuestos. Los publicanos se quedaban
con todo lo que pudieran recaudar por encima de lo establecido, por lo que al
eliminarlos Augusto creó un sistema más justo y regularizado, aunque siguieron
existiendo otros impuestos como los derechos de aduana, más imprevisibles.
A su vez, en las
provincias adjudicó un sueldo fijo a los gobernadores para evitar los abusos.
Junto a todo este tipo
de medidas, otra de las prioridades de Augusto era embellecer su amada Roma, obra
que ya había comenzado durante el triunvirato pero que ahora su poder preeminente
le permitiría culminar.
Templo de Saturno. Sede del Erario. Siglo IV a.C. Roma 2005
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