Batalla de Nauloco
Fuente: http://it.wikipedia.org/wiki/Battaglia_di_Nauloco#mediaviewer/File:Plan_offensive_Sicile_-36.png
En el año 38 a .C, el Triunvirato
disfrutaba de un período de relativa tranquilidad: en Roma, Octavio acababa de
contraer matrimonio con la que sería el amor de su vida, Livia Drusila,
mientras que Antonio vivía en Atenas los últimos tiempos de felicidad conyugal
con Octavia, que lo serenaba y que día tras día limaba las asperezas entre su
temperamental marido y su adorado hermano.
Sin embargo, el flamante
nuevo matrimonio de Octavio supuso el divorcio de Escribonia, tía de Sexto
Pompeyo, lo que precipitó la ruptura con éste. Sexto, hijo de Pompeyo Magno, ocupaba
Sicilia desde hacía unos años, dominio que había sido confirmado mediante el
Tratado de Miseno firmado en el 39
a .C. La isla proveía de grano a Roma, siendo el último
bastión de resistencia republicana. Sexto se convirtió en una fuente constante
de conflictos para el Triunvirato, pues cada cierto tiempo sometía a la capital
del Imperio a grandes hambrunas cuando cortaba el suministro de trigo.
En el año 38 a .C. Octavio comenzó la
guerra contra Sexto pero la campaña fue desastrosa pues tuvo que retirar sus
barcos debido al temporal. Entonces, el hijo adoptivo de César pidió ayuda a
Lépido (que no acudió a su llamada) y a Antonio, que se dirigió a Brindisi
donde se había citado con su cuñado; sin embargo al no encontrarlo volvió a
embarcarse de vuelta a Oriente muy enfadado con Octavio.
Éste por su parte, al verse
abandonado por sus colegas triunviros, se centró en la construcción de una nueva
flota que puso al mando de su gran amigo, Marco Vipsanio Agripa, recién llegado
de la Galia ,
donde había obtenido importantes éxitos militares. Agripa, gran estratega además
de genial en el campo de batalla, lo primero que hizo fue construir un amplio
puerto interior, el Portus Iulius que
conectaba el Lago Averno con el Lucrino y éste a su vez con el mar. El puerto
fue usado secretamente para entrenar los barcos en tácticas de guerra naval.
Entre otras cosas pudieron experimentar con un nuevo arma inventada por Agripa,
el harpax, un arpón que se tiraba
desde una catapulta situada en el barco y que mejoraba el tradicional corvus.
Harpax inventanda por Agripa
Octavio se unió a él, por
lo que dejó a Mecenas al cuidado de Roma e Italia, aún cuando éste no ostentaba
ningún cargo público. Asimismo pidió de nuevo ayuda a los otros triunviros.
Antonio en esta ocasión, y gracias a la mediación de Octavia, le envió 120
barcos a Tarento a cambió de 20.000 soldados de infantería para emplearlos en
su guerra parta. Lépido, por su lado, también apoyó a Octavio. Así, los poderes
del Triunvirato se renovaron por 5 años más, hasta el 31 de diciembre de 33 a .C.
Mosaico con naves romanas. Foro delle Corporazioni. Ostia Antica. 2013
El 36 a .C., Octavio, Agripa y
Lépido lanzaron un tripe ataque contra Pompeyo. Una vez más Octavio estuvo a
punto de perder la vida en la
Batalla de Taormina, en la que fue derrotado. Agripa en
cambio venció a Sexto en la batalla de Mylae,
y posteriormente, el 3 de septiembre de ese mismo año en Nauloco, en la que fue la batalla definitiva. Agripa, demostró sus
grandes dotes militares venciendo su gran primera batalla naval como único
general al mando de los ejércitos de Octavio. Ambas flotas contaban con el
mismo número de naves (300), pero Agripa sólo perdió 5 frente a las 28 naves
pompeyanas que se hundieron en Nauloco.
Sexto Pompeyo huyó a Oriente con 7 naves donde fue derrotado y muerto por
hombres de Antonio.
Octavio condecoró a Agripa
con una corona rostrata, un fabuloso
reconocimiento que se le concedió al gran general por primera vez en la
historia y que no volvería a conseguir nadie nunca más. Era una corona de
oro decorada con arietes de barco que podría lucir cuando se celebrara un
triunfo. Asimismo fue recompensado con el consulado en 37 a .C., una magistratura inaccesible
para una persona de baja estirpe como Agripa; se le concedieron además extensas
propiedades y la mano de una de las mayores herederas de Roma, Cecilia, la hija
de Tito Pomponio ático, célebre amigo de Cicerón.
Corona rostrata
Moneda deAgripa luciendo la corona rostrata
La batalla de Nauloco es de vital importancia por dos
motivos: por una parte supuso el fin de la resistencia republicana y por otro la eliminación de Lépido, que tras la batalla quiso apoderarse de
Sicilia, pero sus tropas se amotinaron por lo que Octavio lo destituyó y lo
desterró a un isla aunque le permitió seguir detentando su título de Pontifex Maximus.
Octavio requisó sus tropas y las naves de Sexto Pompeyo. A partir de ese
momento el mundo romano sólo conocería dos amos: Octavio en Occidente y Antonio
en Oriente.
Al volver a Roma, después
de solucionar el licenciamiento de parte de sus tropas, Octavio fue recibido
con grandes honores, entre los que destacaba la tribunicia sacrosanctitas, o sea el carácter sacro santo de
su persona. A cambio rebajó los impuestos. A su vez el joven añadió a su nombre
el praenomen Imperator, pasando a
llamarse Imperator Caesar divi filius.
A partir de ese momento comenzó a desvincularse de la figura de César. Empezaba
a ser alguien por méritos propios.
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