El primer templo dedicado en Roma al dios Apolo Médico se
remonta al 431 a .C.
y fue construido tras una epidemia de peste. Con posterioridad fue dedicado
también a su hermana Diana al ser demolido su templo para la edificación del
Teatro Marcelo. En el 34 a .C.,
Cayo Sosio lo reconstruyó a instancias de Augusto.
Reconstrucción del Templo de Apolo Sosiano junto al Teatro Marcelo
Restos del Templo de Apolo Sosiano junto al Teatro Marcelo. Roma 2005
Presentaba un podio con una escalera central; sin embargo fueron sustituida por
dos escalinatas que flanqueaban el pronaos cuando se construyó el teatro Marcelo (que se encuentra al lado).
Era hexástilo y pseudoperíptero con capiteles corintios adornados con motivos
vegetales.
Detalle de los capiteles y el friso
En el interior de la cella, las paredes estaban decoradas con escenas de las batallas legadas al triple triunfo celebrado por Augusto en el 29 a .C. El frontón del templo
se adornaba con esculturas traídas desde Grecia procedentes de los despojos de
un templo griego clásico de la época del Partenón escenificando una
amazonomaquia. Se conserva reconstruido en los Museos Capitolinos.
Escenas de una amazonomaquia. Reconstrucción del Frontón. Roma. Museos Capitolinos
Teseo. Detalle del Frontón. Roma. Museos Capitolinos
Escenas del desfile triunfal de Augusto. Roma. Museos Capitolinos
Escenas de batalla. Roma. Museos Capitolinos
El Templo de Apolo Sosiano refleja el nuevo estilo decorativo
que estaba despuntando; se aprecia por
ejemplo en las columnas en cuyo fuste las estrías se van volviendo desiguales a
la vez que van ascendiendo: alternativamente más largas y más estrechas. Se
mezcla la tradición republicana con las influencias de arquitectura helenística
griega y de Asia Menor. Otra novedad es la decoración destinada a honrar a Augusto como el laurel en el friso y en
los capiteles.
En la actualidad sólo se conservan tres columnas que salieron a
la luz en 1930 durante las tareas de limpieza y aislamiento del Teatro Marcelo. Es una de las pocas veces que la arqueología
devuelve unos restos de los que sólo se conocía su existencia a través de las
fuentes escritas.
Las tres columnas que aún siguen en pie del Templo de Apolo Sosiano. Roma 2013
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